A medida que se avanza en edad, algunas habilidades y destrezas se deterioran y otras se desarrollan, esto forma parte del curso natural de la vida. Sin embargo, llegada la etapa de la vejez, se incrementa la necesidad de recibir ciertas atenciones para garantizar la calidad de vida del adulto mayor. Estos cuidados y consideraciones resultan más llevaderos y aceptados si provienen de un familiar o ser querido, de ahà la importancia de las relaciones familiares en la vejez.
La salud integral de las personas de edad avanzada está estrechamente vinculada a las relaciones de calidad que mantengan con sus familiares.
El adulto mayor
Según los datos aportados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la población mundial experimenta por primera vez en la historia la mayor expectativa de vida, ubicando la edad mÃnima en los 60 años de edad.
Este aumento de la expectativa de vida en las personas, requiere incrementar las atenciones que garanticen la mayor calidad de vida de nuestros ancianos.
Cambios naturales en la edad avanzada
Cada vez son mayores los esfuerzos de las personas para conservar una autonomÃa e independencia en la edad avanzada, envejecemos más tarde, pero envejecemos, esa es una realidad inevitable.
A medida que transcurre el tiempo y envejecemos, los procesos naturales se ralentizan, al punto de necesitar ayuda en determinadas actividades; llega un momento en que se pierde la habilidad de poder hacer las acciones y tareas cotidianas. Perdida de la visión, alteraciones en la audición, dificultad para movilizarse, pérdida de la memoria, son algunos de los cambios naturales en la edad avanzada. Estos pueden aparecer en mayor o menor medida dependiendo de la edad y de los cuidados a su salud que haya tenido la persona durante la juventud.
El papel de la familia en la vejez
El entorno familiar juega papel importante en la calidad de vida del adulto mayor, mantener la participación activa con cada integrante de la familia y cumplir el rol que le corresponde a cada miembro, generará beneficios en el desempeño cotidiano del anciano.
1. Darle más seguridad
Involucrarle en las actividades familiares dÃa a dÃa le proporcionará más seguridad al adulto mayor. Sentirse capaz y poder desempeñarse normalmente en las tareas cotidianas, lo hará más independiente la mayor cantidad de tiempo posible.
2. Incluirlo en las decisiones familiares
Le da un sentido a su vida y sube su autoestima. Estudios sociales han evidenciado que los adultos mayores que de manera frecuente son tomados en cuenta por su entorno familiar, poseen mayores niveles de autoestima respecto a los ancianos que no poseen participación a nivel familiar.
3. Compartir con los más jóvenes
Cuando el envejecimiento ocurre rodeado de personas pertenecientes a las nuevas generaciones, esta etapa transcurre de manera más activa y por ende placentera, el intercambio de conocimiento y compartir tiempo con los más jóvenes es una forma ideal de lograrlo.
4. Apoyo de sus seres queridos
Los adultos mayores cuyos cÃrculos familiares son más próximos a ellos de una forma constante, se enfrentan a menos dificultades fÃsicas y emocionales. Diversos estudios revelan que incluso la sanación de las patologÃas o el empeoramiento de estas transcurre de manera menos agresiva, si la persona cuenta con el apoyo de sus seres queridos y de la familia.
Las familias que permanecen unidas superan de mejor forma cualquier adversidad. Entender que los adultos mayores son, junto a los niños, los miembros de la familia más vulnerables a distintas situaciones y por ello es fundamental brindarles apoyo, con tolerancia, paciencia y respeto.
Recuerda: Todo miembro de la familia es vital para su sano funcionamiento. En los ancianos podemos encontrar experiencia, madurez, anécdotas e historias que enriquecen nuestras vivencias. Demos al anciano su justo valor, con amor y agradecimiento.