El 'squirting' y la eyaculación femenina: ni son iguales ni se parecen a su homólogo masculino
¿Qué es el 'squirting'? ¿Es igual que la eyaculación femenina? Lo cierto es que no. Cada mujer alcanza el clímax de una manera muy distinta. Y tan solo 1 de cada 50 mujeres consiguen expulsar el 'squirt', ese líquido transparente que sale de la vejiga urinaria durante la estimulación sexual del clítoris.
El 'squirting' y la eyaculación femenina ni son iguales ni se parecen a su homólogo masculino
A día de hoy, y tras años de experiencias sexuales, hay quien todavía se pregunta: ¿Las mujeres eyaculamos? ¿Podemos llegar a tener “orgasmos en chorro”? La respuesta es sí, por su puesto, pero no como nos lo cuenta Internet. Tampoco podemos compararnos con los hombres. Mientras que la próstata masculina permite liberar alrededor de 5 ml de fluido con la eyaculación, en el caso de las mujeres, no existe ninguna glándula del tamaño de una próstata en la vulva o la vagina. De hecho, tampoco hay una sola manera de identificar las segregaciones orgásmicas. Porque, aunque hasta hace muy poco, todos los tipos de fluidos eran llamados “eyaculación femenina” como homólogo de la masculina, esto no es más que una muestra de los mitos que tratan de ajustar el placer femenino a los patrones masculinos. Y no, ¡no todo cabe en el mismo saco!
La excitación y el placer, en el caso de las mujeres, tiene varios rostros. Podemos distinguir entre tres tipos de fluidos; la lubricación vaginal, la eyaculación y el squirt. Pero no hay que confundirlos, ni pensar que todas las mujeres podemos experimentarlos de igual manera. Lo que sí podemos hacer es buscar la forma de alcanzar el mayor placer estimulando zonas como el punto G. El nombre, ya se lo pondremos después.
La respuesta sexual femenina
Empecemos desde cero. A grandes rasgos, la lubricación vaginal se tiene de forma natural (es lo que mantiene la vagina húmeda), pero esta incrementa cuando hay excitación sexual, que se origina en la vagina.
Eso sí, a diferencia del squirt y la eyaculación femenina, para lubricar no habrá sido necesaria una estimulación física, ya que esa sensación de “sentirse húmeda” se produce de manera natural fruto del deseo sexual.
Si seguimos indagando, nos damos cuenta de que la eyaculación femenina es mucho más que ese chorro potente que tan solo un porcentaje bajo de las mujeres es capaz de conseguir cuando alcanza el clímax. “La idea de que una mujer pueda eyacular un chorro fluido superior a 5 ml es, aunque sin llevar a cabo ninguna investigación, un tanto dudosa”, confirma la Dra Jen Gunter, autora de bestseller ‘La biblia de la vagina’.
Por otro lado, cuando queremos hablar de eyaculación, entonces debemos tener en cuenta que esta tan solo se debe a la estimulación de las glándulas parauretrales o de Skene, también conocidas como la “próstata femenina”, porque sus secreciones contienen trazas de antígeno específico prostático (una proteína que se encuentra en la próstata masculina).
El squirt se segrega en la vejiga urinaria y la eyaculación femenina se debe a la estimulación de las glándulas de Skene, también conocidas como la “próstata femenina”.
Las glándulas de Skene están ubicadas a ambos lados de la uretra, el tubo por el que se vacía la vejiga. “De ahí que puedan secretar una pequeña cantidad de fluido, quizá entre 1 y 2 ml como máximo, durante la actividad sexual”, puntualiza Jen Gunter.
Así que, si lo miramos desde el punto de vista médico, efectivamente, podríamos llamar a este fenómeno “eyaculación”, pero el líquido no saldrá disparado ni poseerá un gran volumen.
¿Qué es el squirting?
Una nebulosa sobrevuela el término squirting. Hay quien lo asocia a la eyaculación femenina, pero no es así. Realmente, “el squirt es la expulsión involuntaria de un líquido transparente —tiene un color parecido al del agua— e inodoro que sale de la vejiga urinaria durante la estimulación sexual del clítoris, de la zona G de la vagina o de ambos”, cuentan desde la marca de juguetes eróticos
Este líquido tiene una composición química parecida a la de la orina, aunque de forma muy diluida, y el volumen de su expulsión normalmente oscila entre los 15 y los 110 ml.
“Es posible que, entre las mujeres que experimenten squirting, el orgasmo sea tan intenso como para que los músculos del suelo pélvico les vacíen la vejiga y de ahí que la expulsión se asocie con un placer más elevado”, explica la obstetra y ginecóloga, quien además puntualiza que “una respuesta sexual más intensa puede dar lugar a un llenado más rápido de la vejiga”.
Igualmente cabe la posibilidad de que algunas mujeres fabriquen una gran cantidad de trasudado —dicho de otro modo, se humedecen mucho— durante el acto sexual. Cuando llega al orgasmo, ese fluido podría salir expulsado de golpe.
No te obsesiones si no llega
Con el tiempo, la industria pornográfica ha creado todo un mito entorno al squirt. Tenerlo no te hace la vida mejor. Quien lo experimenta no siempre lo disfruta, ya que no tiene por qué ir ligado al orgasmo. Como aclara Jen Gunter en su libro, "la incidencia del squirting se produce en 1 de cada 50 mujeres, es decir, en un 2% del total".
Así que, si no te ha pasado alguna vez no te preocupes. El squirting nunca debe ser ni un imperativo ni el objetivo del sexo. Al final, la finalidad del sexo, ya sea tántrico, consciente o más salvaje, es disfrutar del placer mismo, sin metas ni presiones. Y si te ocurre no tienes nada de lo que avergonzarte por estar completamente "mojada". Un tema que la ilustradora y autora de cómic Moderna De Pueblo muestra a la perfección con su serie de ilustraciones publicada hace un par de días en su cuenta de Instagram.
Ahora que lo tienes claro, te dejamos con algunos consejos para que lograr el squirting sea más efectivo. Desde Plátanomelón aseguran que lo más importante es relajarse y contar con algunos juguetes eróticos que faciliten la estimulación hasta alcanzar el máximo placer o, hasta que nuestra vejiga diga basta y el resto solo sea una respuesta sexual y fisiológica de lo más intensa.
La biblia de la vagina: La vulva y la vagina: una guía de salud femenina para separar la leyenda de la medicina
Autor: Jennifer Gunter
Editorial: Libros Cúpula
La doctora Jen Gunter nos invita a emprender un viaje tan ameno como riguroso por las realidades de la vagina.
En esta época de «ciberanzuelos», pseudociencia y productos promocionados por celebridades, no es de extrañar que nos sintamos abrumadas ante la avalancha de consejos y afirmaciones procedentes de internet, amigas con buenas intenciones, parejas desinformadas e incluso profesionales de la salud. ¿Cómo distinguir la realidad de la ficción? Jen Gunter, ginecobstetra y experta en salud acude al rescate con un libro que desmiente mitos a la vez que informa y empodera a las mujeres.
1/5
Relájate
Primero de todo, relaja tu mente y déjate llevar. Si quieres, puedes probar respirando lentamente durante unos minutos y concentrándote en la respiración. Otra opción que también funciona es concentrarte en la manera en la que tu pareja sexual te toca, en cómo te besa... procura disfrutar con cada estimulación.
2/5
Conecta con la experiencia
Si nos preocupamos demasiado por la meta y nos olvidamos de disfrutar cada segundo de la experiencia sexual, así será bastante complicado conseguir el squirting. De hecho, para alcanzar el máximo placer se necesita de cierta conexión física y emocional con el momento que estáis viviendo. Estar demasiado enfocados/as en llegar nos puede privar de pasarlo bien y, por tanto, alejar nuestra meta cada vez más.
3/5
Lubrícate
Si ya sabes que tu objetivo es conseguir el deseado squirting, y que nuestro principal aliado será la zona G, no dejes de lado una ayudita extra. Te recomendamos que pruebes la crema Lluvia de Amor, de Shunga que aumenta la sensibilidad de la zona G y lo hace más… amigable.
4/5
Estimula
Para la estimulación no hay una sola forma de hacerlo. Puedes probar con tus dedos, con el pene de tu pareja o con un juguetito sexual. Estírate, relájate y disfruta. Cuando estimules tu zona G debes ir probando, cambiando el ritmo y la forma de estimular. Te recomendamos a Genio, creado especialmente para llegar a la zona G gracias a su punta curvada y a su tamaño perfecto.
5/5
Utiliza juguetes eróticos
Una cosa que desde luego no puedes pasar por alto es la estimulación del clítoris. Al fin y al cabo, el squirting requiere un trabajo en equipo entre la zona G y el clítoris, así que, mientras estimulas uno, no olvides de darle amor a nuestro querido amigo. Para ello te recomendamos el nuevo ENIGMA, de LELO; un juguete erótico que combina tanto succionador de clítoris como estimulador de punto G. Con su doble estimulación, es perfecto para quienes deseen sumergirse en placeres aún por descubrir.