Conoce quiénes son los ninis y cómo combatir el fenómeno de estos jóvenes que no quieren trabajar ni estudiar.
La adolescencia es una época difícil. Los jóvenes se enfrentan a grandes cambios físicos y sicológicos que son determinantes en su vida. ¿Qué estudiarán, qué les gusta y qué no, qué espacios prefieren compartir con sus seres queridos? Son muchas las preguntas que surgen en el camino y pueden desembocar en que se conviertan en ninis.
¿Has escuchado sobre ellos? ¿Quiénes son? Así se les llama a los jóvenes entre los 15 y 24 años (pueden llegar hasta los 28 o 29 años) que ni estudian ni trabajan, de ahí surge la palabra nini.
Según el libro Ninis en América Latina, una de cada cinco personas de esta zona del mundo es nini, una condición que las expone a numerosas problemáticas. Que adopten hábitos dañinos (como la drogadicción), que sufran depresión y otras enfermedades, que no cumplan sus sueños y no tengan una buena relación con sus familias y amigos, que dependan indefinidamente de sus padres, que sean rechazados y no trabajen en pro de la sociedad. Estas son algunas de las consecuencias de asumir el estilo de vida nini y pensar en el futuro como una masa incierta por la que no vale la pena esforzarse.
¿Qué hacer ante esta situación? ¿Cómo motivar a los jóvenes a trabajar y estudiar? ¿Cómo acompañarlos para que sean seres productivos? La clave está en la educación.
Padres amorosos, pero no permisivos
La frase “a los niños no les puede faltar nada” es cierta, como también lo es “a los niños no se les puede dar todo”. Los papás son responsables de las necesidades vitales de sus hijos, de brindarles el amor que necesitan para crecer sanamente y acompañarlos en su proceso de desarrollo. Esto no implica darles todo lo que quieran porque los niños deben aprender a valorar lo que tienen y a descubrir que no siempre contarán con lo que desean. Esa es una valiosa lección de vida.
Por otro lado, los papás están llamados a poner límites con amor, a establecer normas claras en el hogar y a ser ejemplos a seguir. Si un niño crece viendo que sus padres no trabajan, no luchan por lo que quieren o no tienen motivaciones, podría convertir esa imagen en un ideal o modelo de vida.
Ayudar a los jóvenes a ponerse metas
Cuando una persona encuentra sueños en el camino, descubre una ruta aún más larga por recorrer y, por tanto, más satisfactoria. Los niños y jóvenes con metas piensan, miden, imaginan, construyen, no se quedan quietos, se concentran, ven más allá, hablan, anhelan, aprenden a amar. Los papás necesitan mostrar a sus hijos que, si quieren alcanzar algo, deben trabajar por ello.
Compartir las ventajas de leer, escribir y tener hábitos de estudio sanos
Es imprescindible mostrar a los jóvenes, desde que son pequeños, que leer, escribir y construir hábitos de estudio sanos son ingredientes fundamentales para preparar el plato exquisito que representa su salud mental, aprendizaje, inteligencia y bienestar emocional. El ejemplo que le den sus padres al joven influye mucho en que el niño integre con convicción estas y otras actividades a su cotidianidad.
Fomentar sus hobbies
Cuando se tienen pasatiempos y pasiones se está más ocupado y, lo más importante, se desarrollan habilidades, gustos e ideas. Los hobbies pueden desarrollarse en el tiempo libre, como profesión o idea de negocio (emprendimiento). Son semillas para aprovechar la vida y mantenerse activo, por eso hay que promoverlos en los niños y jóvenes para que aumenten su creatividad y sean más felices.