Orientación sexual se determina en la adolescencia?

La película ‘Llámame por tu nombre’ plantea ese momento en que los jóvenes exploran su sexualidad.


En un principio, el interés sexual no está automáticamente dirigido a nadie.

Cuando conoció a Oliver, Elio empezó a encantarse al descubrir lo que sentía y por qué. Comenzó a vivirlo con placer, pero a su vez, se le plantó un temor en la cabeza que él mismo evita nombrar. Tiene 17 años y también lo atrae una chica de su edad con la que comienza a tener relaciones sexuales. Las disfruta, pero no se olvida de Oliver.

Detengámonos acá para no contar el resto de la trama; esto es, a grandes rasgos, algunas de las escenas de la película Llámame por tu nombre (adaptada del libro homónimo, que está en cartelera y nominada al Óscar como mejor película), que habla sobre la exploración sexual y al tiempo plantea una pregunta: ¿definen las experiencias sexuales, especialmente cuando somos adolescentes, cuál va a ser nuestra orientación sexual?

Los seres humanos exploramos todo durante toda la vida, pero es la adolescencia una etapa única, bella, pero problemática. En ella, “los cambios hormonales, emocionales y físicos, además del contexto socioeconómico y cultural, el juego y el autodescubrimiento, generan un interés consciente o inconsciente de tener un encuentro sexual con otras personas”, según explica Luis Miguel Bermúdez, doctor en Educación y experto en temas de género.

Y, en esta etapa en la cual la aceptación de los pares y sentirse parte de un grupo social suelen entrar en juego —como explica Cindy Caro, maestra en Estudios de Género de la Universidad Nacional—, este descubrimiento puede ser un proceso de gozo y libertad mezclado con contratiempos y dudas que, además de afectar al adolescente emocionalmente, también suelen poner a los papás o cuidadores en alerta sobre cómo se siente, qué le pasa, qué está haciendo...

A Lida, de 26 años y oriunda de Medellín, le pasó: “Pienso que lo que más definió mi orientación sexual (lesbiana) fue más el drama que hicieron en el colegio y en mi casa que la experiencia que tuve con mi primera chica”, me cuenta. “Si yo hubiera tenido un entorno más amable, de pronto hubiera entendido que eso que pasaba con esa chica era simplemente mi exploración de la sexualidad y no unas ganas de definirme si yo ‘era gay o no’”.

En un principio, el interés sexual no está automáticamente dirigido a nadie. Como explica Bermúdez, “el interés sexual, la empatía, la afinidad y la confianza pueden llevar a los adolescentes a querer explorar su sexualidad con pares de su mismo sexo, y eso no necesariamente define una identidad sexual. En la infancia nos separan como niños y niñas, en mundos diferentes y que muchas veces no se mezclan. Pero, en la adolescencia, la exploración del cuerpo propio puede llevar a querer explorar el cuerpo de alguien que es igual a uno”.

Por su parte, Carolina Herrera, psicóloga y cofundadora de la consultora de diversidad sexual Liberarte, afirma que desde su experiencia ha comprobado que no es posible determinar una edad en la que la orientación sexual se solidifique como una para toda la vida y punto. “Eso no quiere decir que no haya gente que no defina su orientación sexual desde muy joven; evidentemente lo hacen”, aclara. “Pero ese proceso es muy individual: para algunos es una definición permanente, y otras personas pueden sentir giros más espontáneos en su orientación”.¿Cómo se define la orientación sexual?

Hay tres conceptos que ayudan a ilustrar por qué la orientación sexual no se define solamente con una experiencia sexual.

Cindy Caro los explica así: “Primero está la práctica sexual, que es un acto sexual con otra persona, sea hombre o mujer (coito, sexo oral, masturbación, etcétera). Después está la orientación sexual, que describe a quién desea uno tanto física como emocionalmente: si me gustan hombres, mujeres, ambos u otros, y si quiero tener relaciones afectivas con ellos. Y, por último, está la identidad sexual, que es la forma como uno se entiende a sí mismo: si soy o no heterosexual aunque me haya acostado con alguien de mi mismo sexo; si me considero hombre o mujer”.

Para un adolescente, definirse como de cierta orientación sexual implica “saber con quién quiere tener prácticas sexuales, cuál es el vínculo emocional con personas del mismo género u orientación y cómo se proyecta en el futuro con esas personas (si quiere tener una relación de pareja, una familia, etcétera)”, explica Bermúdez. “En ese caso, incluso yo lo llamaría orientación sexoafectiva, porque no implica solamente una práctica sexual”. Por eso es normal que un adolescente no pueda responder a la pregunta de ‘si eres gay o no’ con facilidad.

Y los adolescentes pueden ser muy conscientes de estos factores. Como cuenta José, bogotano de 25 años, “durante el colegio, debido a que me gustaba bailar con hombres y vestirme de mujer a veces la gente me preguntaba si era gay o no”. Me cuenta, además, un detalle interesante: “Hoy estoy en una relación abierta con una mujer, y a veces nos metemos con personas de nuestro mismo sexo, pero a largo plazo, sueño con tener relaciones largas con mujeres nada más”.

“Cualquier persona puede ‘cambiar’ de orientación en cualquier momento de su vida, dependiendo de sus experiencias y pensamientos”, dice Lina Bravo, psicóloga de la organización It Gets Better Colombia.Lo más importante, comenta Herrera, es que ese cambio no sea forzado, sino que se manifieste espontáneamente y responda a lo que cada persona interprete sobre la vida y quiera para sí misma.Consejos para padres o cuidadores

Si usted tiene a su cargo a un adolescente que podría ser activo sexualmente, tenga en cuenta esto para hablarle de la orientación sexual:

1. Edúquese. Busque fuentes de información fiables que puedan darle más luces sobre qué es la orientación sexual. En este sentido, Lina Bravo, psicóloga de la organización It Gets Better Colombia, recomienda que recurra a organizaciones, centros e instituciones que se enfoquen en apoyar a las personas de sexualidad diversa, no a cambiarlas.

2. Tenga claro por qué quiere hablar con el adolescente. Para Cindy Caro, es fundamental que la intención de explicarle a un adolescente qué es la orientación sexual sea fortalecer su autonomía y su seguridad. “La vida sexual de los adolescentes debe ser profundamente respetada por los adultos”, dice Caro.

3. Hable de ‘lo bueno’ y de ‘lo malo’. “He trabajado con chicas embarazadas que nunca tuvieron orgasmos”, explica ella. Y es que, para ella, “no hay que educar a las personas para que ‘no queden embarazadas’ o‘no se acuesten con tal persona’, sino para que vivan su sexualidad de manera responsable y placentera”. No asuma que la orientación sexual es fija, ya que esto suele generar omisión de información valiosa como el uso de preservativos. Un estudio publicado en el Journal of Sexual Behaviour muestra que las mujeres que se consideran lesbianas o bisexuales suelen no usar protección si se acuestan con hombres. La protección debe ser un tema obligatorio en toda charla sobre sexualidad

4. Confíe en las experiencias del adolescente. “Entienda que si su hijo o hija se atrevió a hablarle de su orientación sexual diversa, es porque hay un proceso de crecimiento personal que ya ha adelantado”, explica Herrera. No debe presionar para que el adolescente ‘confiese’ algo, ya que puede generar que desconfíe de usted y viva temeroso de las reacciones de otros en el futuro.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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