Aunque no tiene nada de malo querer mejorar nuestra imagen personal, debemos ser conscientes de lo ineficaz que resulta cualquier intento inmediato y temporal de adelgazar rápidamente. Cambia tus hábitos de forma permanente y conseguirás tu peso ideal de forma natural y estable en el tiempo.
Por todos y todas es conocida la famosa operación biquini, un proceso de adelgazamiento que solemos empezar a finales de invierno o en primavera con el objetivo de preparar nuestro cuerpo para el verano. Sin embargo, ¿realmente sirve para lograr nuestros objetivos?
No es casualidad que todos los años, entorno a los meses de marzo y abril los gimnasios cumplan con su aforo. La primavera es un anticipo de lo que viene y de las prisas por llegar a tiempo, para que este verano sí, podamos lucir palmito en la playa.
La motivación no es únicamente adelgazar, los hombres generalmente, aprietan el acelerador para “ponerse fuertes”. Incluso, suelen ser unas fechas donde aumentan las operaciones estéticas como puede ser el aumento de labios.
Este año, dadas las circunstancias que hemos vivido como consecuencia del COVID, la urgencia se ha vuelto mayor.
¿Por qué? Tras el confinamiento, muchas personas han visto como se deterioraba su imagen, debido a que se han movido menos, han comido más y/o no han podido llevar a la práctica sus entrenamientos. Desde que hemos vuelto a la “normalidad”, es impresionante la cantidad de pacientes que están llegado a mi consulta de nutricionista, movidos por la urgencia de comenzar una dieta lo antes posible.
¿Y qué pasa con la salud? En los últimos años hemos sido partícipes de una “revolución alimentaria” de la mano de movimientos como la alimentación consciente.
Sin embargo, el concepto de dieta y restricción alimentaria sigue estando vigente en todos nosotros y nosotras. Por desgracia, seguimos asociando bajar de peso con comer lo menos posible, cuando hoy día sabemos que la mejor manera de bajar de peso es precisamente al revés: comiendo.
la mejor manera de bajar de peso es precisamente comiendo
Si estás tentado/a de comenzar la operación biquini, voy a darte 5 razones para disuadirte de ello:
1- Las prisas no son buenas
Ya lo decía mi abuela: Las prisas no son buenas consejeras. Y así es, comenzar una dieta o cambio de hábitos de alimentación motivados por la prisa, sólo hará aumentar la ansiedad. Como seguro sabes, la ansiedad es uno de los peores enemigos a la hora de adelgazar. Así que, en primer lugar, paciencia.
2- Volverás al punto de inicio
Si todos los años comienzas una nueva operación biquini, es que algo no está funcionando bien. Un cambio que no viene para quedarse, a fin de cuentas, es una pérdida de tiempo y de esfuerzo. Es importante que entiendas que la mejor manera de bajar de peso es hacerlo de una manera constante y progresiva, sin hacer conductas que ponen en riesgo la salud.
Se trata de generar nuevos hábitos que también contribuyan a nuestra salud física y psicológica, no de llegar a la luna y poner la bandera.
3- El efecto rebote
Existe un fenómeno del que no se habla demasiado y que tampoco nombran todas las dietas milagrosas o los productos que te aseguran resultados inmediatos: el efecto rebote.
Está demostrado que cuando sufrimos una pérdida de peso repentina y muy acusada, el cuerpo activa su “sistema de alarma”. Esto quiere decir que, nuestro organismo pondrá todos los recursos disponibles a trabajar para evitar continuar perdiendo grasa y así, enlentecer el metabolismo. Además, cuando sometemos al cuerpo a tal estrés, después, cuando volvemos a comer con normalidad, recuperaremos todo lo ganado.
4- Mira más allá
Los objetivos a corto plazo pueden producirnos alivio y en un principio, pueden acaparar toda nuestra atención. Las personas somos así, queremos algo y lo queremos ya. Sin embargo, créeme, vincularte con un proceso de adelgazamiento a largo plazo, te dará tranquilidad y pausa.
5- El verano no es la mejor época para hacer una súper dieta
Comenzar una dieta, si venimos arrastrando hábitos de alimentación muy desajustados, es un proceso duro y que lleva mucha concentración. Seguramente, el verano no sea el mejor momento para hacerlo, debido a que es una época festiva, donde salimos mucho, cometemos excesos, etc. Lo más probable es que acabes rindiéndote y abandonando el proceso.
Por otro lado, correr para en dos meses lograr un resultado definitivo e ideal, no es realista.
El control alimentario y el riesgo de TCA
Para finalizar este artículo quisiera hablarte sobre un tema verdaderamente preocupante, el aumento de la prevalencia de los trastornos de alimentación en los últimos años.
Los profesionales sanitarios venimos observando como cada vez son más personas las que presentan trastornos de alimentación de algún tipo. Soy de la opinión que cualquier persona puede acabar siendo víctima de un trastorno de este tipo si se dan los ingredientes necesarios. El control llama al control, y cuanto más rígidos nos volvemos, más control sobre lo que hacemos (comemos, en este caso) queremos tener.
Por esta razón, un tipo de dieta muy restrictiva, fundamentada en un autocontrol exigente, nunca podrá ser considerad un modelo de salud.
Conclusiones
No tiene nada de malo ni es ningún pecado querer mejorar nuestra imagen personal. Sin embargo, debemos ser conscientes de lo ineficaz que resulta cualquier intento inmediato y temporal para conseguir nuestros objetivos.
Hemos visto cómo este modelo de afrontamiento, donde nos ocupamos de nuestra alimentación durante unos meses y después nos olvidamos, sirve para muy poco o para nada.
Además, bajar de peso, nunca debe ser sinónimo de descuidar nuestra salud mental.