Hay tantos caminos explorados como senderos desconocidos hacia el amor. Decir que la clave para encontrar el amor existe es tan incierto como la existencia del “elixir de la eterna juventud”. Quién sabe cuántas travesías ha realizado el hombre buscando la fuente del amor verdadero. Las librerías están llenas de historias épicas y en las salas de cine nunca faltan las aventuras inspiradas en este místico sentimiento.
Una de las mejores analogías que realiza Walter Riso en sus guías prácticas (obtén más información al final de esta página) es la que sigue: “Ahora bien, si se adelantan ciertas cosas, hay que aprovechar los aprendizajes, las alegrías; una vez han ocurrido, no hay marcha atrás. De nada sirve arrepentirse de los actos, cualesquiera que sean, más vale aprender de ellos para mejorar.
El amor puede ser como una mariposa, de nada sirve perseguirlas desesperadamente, pues se alejarán tanto como puedan. Pero si te quedas quieto, se posan sobre ti. No ahuyentes todas las mariposas o tu jardín se quedará vacío. Dedícate a regar tus flores, a cortar las malezas y llegará el momento en que no te preocupe perseguir mariposas porque encontrarás que hay mucho por hacer en tu interior.
Quizás, algún día, cuando estés disfrutando el aroma de tus rosas, alguna aparezca y se pose sobre ti”.
Entonces, ¿Existirá en realidad una fórmula mágica que nos haga vivir el amor a plenitud? ¿Hay algún método infalible para enamorarnos? Y si lo hay, ¿nos hará felices? Seguramente, algunos optarán por ser “coleccionistas”: tendrán tantas relaciones de pareja como les sea posible, incluso con varias personas al mismo tiempo, intentando así acumular “amores” para luego descartar aquellos que no funcionaron o no consiguieron satisfacerlos. El riesgo que corren quienes optan por este absurdo método, es toparse con personas que actúan de la misma manera, promiscuos en el amor, en la búsqueda de relaciones fugaces y efímeras. Además, serían como leones hambrientos, cazando lo que se mueva sólo para satisfacer los instintos más primitivos. Tendrían que ser unos Adonis o unas Venus para tener siempre éxito consiguiendo a quien quieren, de lo contrario, van a besar muchos “sapos” antes de encontrar a su “príncipe azul” (o princesa del color que sea).
Realmente, la única clave que existe es mantener la calma, no apresurarse ni obligar los hechos. El amor llegara en su tiempo, nuestra ansiedad y desesperación pueden obstaculizar la prudencia de saber elegir ese momento.
Complementa este tema consultando las guías prácticas de Walter Riso, allí podrás ver diferentes técnicas para conseguir una vida afectiva plena, saludable y asertiva. No vas a encontrar en ellas la clave para conseguir el amor perfecto (eso no existe), pero aprenderás a potenciar tus emociones para disfrutar en armonía de ti misma/o individualmente y en pareja. Comienza a leerlas a continuación.