Día Mundial Cero Discriminación: celebra la diversidad


El Día Mundial Cero Discriminación es una fecha importante para todos, no solo porque promueve la diversidad y los derechos humanos, sino porque celebra todo aquello que nos hace diferentes y únicos.

La importancia de esta fecha es bien conocida en países donde ya se han aprobado leyes anti-discriminación, sin embargo, no podemos olvidar que en muchas partes del mundo se continúa penalizando la homosexualidad, y las personas LGBTQ son tratadas de forma indigna. Lo mismo ocurre con los inmigrantes, las personas de comunidades indígenas y los afrodescendientes, incluso en países desarrollados.

El Día Mundial Cero Discriminación también aborda el problema de la misoginia y el trato injusto contra las mujeres en el entorno laboral. Según datos de Catalyst, una organización que trabaja para crear ambientes de trabajo equitativos, la brecha salarial entre hombres y mujeres ha cambiado poco desde 2010; en un contexto global, las mujeres ganan en promedio $11,500 dólares al año, mientras que los hombres ganan $21,500.

¿Cómo nos afecta la discriminación?

La discriminación tiene muchas formas. Puede ser el resultado de creencias religiosas, culturales o personales, y estar basada en la orientación sexual, la edad, el género, la profesión, la educación, la nacionalidad o la salud física y mental.

Por desgracia, muchas veces pasa desapercibida o es ignorada cuando hace parte de costumbres y creencias socialmente aceptadas. Por esta razón es tan difícil combatirla en ciertos contextos. Aun así, vencer la discriminación es una necesidad más que una alternativa, pues hablamos de un fenómeno que afecta la vida de millones de personas a diario y que contribuye a la pobreza y la injusticia social.

La Asociación America de Psicología (APA) ha establecido una relación entre la discriminación y el estrés, las relaciones interpersonales, la vida laboral y la salud en general. Además, ser víctima de discriminación influye en el desarrollo de enfermedades mentales como la ansiedad y la depresión, incluso en los niños.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos también habla del impacto de la discriminación a nivel estructural e individual:

”La discriminación estructural se refiere a condiciones de nivel macro (p. ej., Segregación residencial) que limitan las ‘oportunidades, recursos y bienestar’ de los grupos menos privilegiados. La discriminación individual se refiere a interacciones negativas entre individuos en sus roles institucionales (p. ej., Proveedor de atención médica y paciente) o individuos públicos o privados (por ejemplo, vendedor y cliente) en función de características individuales (etnia, género, etc.). (…) La discriminación puede entenderse como un factor de estrés social que tiene un efecto fisiológico en las personas (p. ej., latidos cardíacos irregulares, ansiedad, acidez estomacal) y esto puede agravarse con el tiempo y conducir a resultados negativos para la salud a largo plazo”.
Todos podemos contribuir a un mundo sin discriminación

En un principio, el cerebro está diseñado para etiquetar lo que pasa a nuestro alrededor. Así es como aprendemos a interactuar con el mundo desde pequeños: diferenciando entre niñas y niños, jefes y trabajadores, amigos y extraños.

Aunque, en parte, nos acostumbramos a discriminar situaciones, oportunidades y a otras personas a medida que crecemos, todavía podemos hacer mucho para “cambiar el chip” y contribuir a un mundo más equitativo. Estos son algunos consejos para poner en práctica y, ¿por qué no?, compartirlos también con tus seres queridos.

Enfócate en los talentos y fortalezas de los demás, y no en su procedencia, género o etnia.

Al interactuar con personas de culturas o creencias distintas, sé empático y cuidadoso con tus palabras. Si tienes dudas, pregúntale a esa persona si la frase o expresión que pensabas usar resulta hiriente para ella.

Practica el distanciamiento psicológico. Pasamos tanto tiempo dentro de nuestra cabeza que a veces olvidamos que hay un mundo fuera lleno de creencias y estilos de vida distintos. Sepárate por un momento de lo que piensas que es correcto para ponerte en los zapatos de los demás; así entenderás que no se trata de pensar o actuar igual, sino de compartir experiencias humanas.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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