La temidas canas no tienen por qué asustarnos tanto como estos hábitos que pueden cambiar radicalmente nuestra apariencia en cuestión de no mucho tiempo.
Las canas: sentenciadas y difamadas, siempre han sido motivo de terror por ser asociadas con algo irreversible, con la pérdida irremediable de la juventud. Se ha comprobado que aunque no se trate de un momento determinante en la vida de una mujer, encontrar canas en su melena tiene efectos psicológicos más fuertes que un deterioro real.
Sin embargo, existen cosas que pueden envejecernos y acelerar este proceso mucho más que las canas y que no tenemos en cuenta en nuestro día a día… hasta hoy. ¡Ojo con lo siguiente!
1- ¿Bronceado perfecto? Mejor bronceado responsable
Los efectos nocivos del sol sin conciencia resultan siendo peores y más notorios en el físico de una persona que unas canas bien llevadas. La piel es nuestra carta de presentación y una exposición irresponsable al sol deja huellas imborrables (literalmente) que después de los 30 empiezan a verse y manifestarse a pasos agigantados.
Por eso, te invitamos a que leas Los Sí y los No del Bronceado, para que sepas si cuando de sol se trata lo estás haciendo bien o estás corriendo peligro.
2- Agua que no has de beber…
No nos cansamos de repetir que bebidas y refrescos azucarados son pésimos para ti por dentro y por fuera. Diabetes, obesidad, caries, problemas cardiovasculares es de lo que siempre nos advierten, pero nadie nos habla de cómo los altos niveles de azúcar refinada presente en estos productos son también grandes amigos del envejecimiento prematuro.
No sólo fomentan que las células mueran más rápido sino que disminuyen la producción de colágeno y apagan el tono de la piel casi tanto como el tabaco. De hecho, según estudios hechos en Estado Unidos, consumir durante largo periodos de tiempo medio litro de este tipo de bebidas al día, equivale a 4,6 años de envejecimiento prematuro.
Así que ya saben, cuando quieran calmar la sed, mejor piensen en opciones más saludables e igualmente deliciosas como éstas aguas detox, las favoritas de nuestra editora.
3- Selfies y tecnología
Así es. Por paradójico que parezca en la era de la ultra exposición nuestra necesidad de estar conectados y aparecer en todas partes puede ser también uno de los grandes enemigos de nuestra apariencia. Los smartphones, dispositivos móviles y la luz azul que de ellos irradia descomponen el colágeno y causan fotoenvejecimiento sin mencionar la cantidad de tiempo útil que podríamos estar empleando en otras actividades por estar pegados a nuestros aparatos. Esto equivale a envejecimiento prematuro.
Así que ¿por qué no intentamos de vez en cuando una pequeña detox virtual como las que han hecho estas celebridades?
4- Permanecer sentados mucho tiempo
Aunque esto suene evidente, no se trata de volverse un maníaco del ejercicio para compensar por el tiempo que pasamos sentados durante el día. Se trata de mantener una rutina en la que haya movimiento. Pararse del puesto y hacer pausas activas con cierta frecuencia, subir escaleras una vez al día o caminar a buen paso durante 30 minutos diarios puede resultar más efectivo que una fuerte rutina de ejercicio.
5- Mucha fiesta
Otro par que ya conocemos de sobra: alcohol y cigarrillo. No se trata de predicar ni de volverse santos, pero sí de aplicar aquello de la moderación. Entre más edad tenemos menos resiste nuestro cuerpo los efectos de este par de estimulantes y más efectos tendrán en nuestra salud y futuro. Todos sabemos como se ve una persona fiestera después de unos años y honestamente no es nuestro ideal a futuro ¿o no?
6- No alimentar la mente
No sólo el cuerpo debe ser tenido en cuenta para mantenernos jóvenes, la mente juega un rol muy importante también. Una de las actividades que más beneficia al cerebro y que lo rejuvenece manteniendolo sano es la lectura. Leer tiene un efecto regenerador y que mantiene nuestra mente alerta. Además, tener el hábito de la lectura es excelente para desconectarnos del frenético ritmo de vida moderno que nos pone unos años de más cuando somos capaces de distanciarnos un poco de él.