Sabemos que dormir brinda múltiples beneficios al cuerpo, como ayudar a la restauración cerebral y la relajación de los músculos. Pero además, tiene otro beneficio importante: ayudarnos a potenciar el deseo sexual.
De acuerdo con una publicación de The Journal of Sexual Medicine, las mujeres que duermen más tiempo experimentan mayor deseo sexual. El estudio implicó la observación de 171 mujeres libres de antidepresivos por 14 días consecutivos. Los resultados revelaron que las mujeres que durmieron una hora más incrementaron su líbido hasta en un 14 %.
Además, las horas de sueño también tuvieron su eco en la excitación genital, ya que las mujeres que habían dormido más tiempo, cada día tuvieron más facilidades con la excitación vaginal que aquellas que habían dormido menos horas cada noche.
El mismo efecto en hombres y mujeres
En otro estudio se analizaron más de 93 mil mujeres en edades comprendidas entre los 50 y los 79 años. Los resultados obtenidos de dicha investigación reflejan la relación entre el sueño y la excitación sexual. Las mujeres que durmieron menos de 7 horas por noche, estaban poco satisfechas sexualmente en comparación con las mujeres que superaron las 8 horas de sueño, pero no todos los estudios tienen como muestra a mujeres.
En otra investigación, se demostró la relación que existe entre dormir y los niveles de testosterona. Esta hormona se encarga de la producción de espermatozoides y de activar el deseo sexual. Aquellos hombres que durmieron menos de 5 horas por noche tuvieron una disminución de la testosterona hasta en un 15 %.
Perdemos el tiempo buscando al amante perfecto, en lugar de crear el amor perfecto” (Tom Robbins)
Algunos expertos aseguran que esta relación entre el sueño y el deseo sexual tiene que ver con las conexiones de nuestro cerebro. Al dormir, ocurren diferentes funciones metabólicas de restauración, entre ellas la producción de hormonas, incluidas las sexuales, por lo que tener un sueño adecuado favorece un mejor desempeño sexual. Si no se descansa lo suficiente, no podemos estar alerta y no podemos concentrarnos ni prestar atención como es debido.
Sabemos que dormir es realmente importante para nuestro organismo. El funcionamiento de nuestro cuerpo depende de ello”, asegura la experta Kling. “La falta de sueño muchas veces dificulta la concentración. La actividad sexual proviene de las conexiones del cerebro, y si no estamos alerta y no podemos centrarnos, podríamos explicar algunos de los hallazgos de los estudios”.
Mal sueño, mala cara
Dormir poco y mal afecta todas las áreas vitales del ser humano. Existen consecuencias a nivel emocional, cognitivo y conductual.
La falta de horas de sueño o la pérdida de su calidad también afecta la regulación del estado de ánimo y produce fatiga, además de generar síntomas neurocognitivos, como alteraciones en la concentración, la memoria, el aprendizaje o la utilización de funciones cognitivas.
Cuida de tu vida sexual y de tu salud, dedica más tiempo al descanso. Si tienes problemas para dormir, puedes acudir con un experto.