Hay que tener en cuenta aspectos como la organización del trabajo -evitando la extensión de una jornada laboral fraccionada-, una correcta higiene postural, mantener el contacto cercano con el equipo, aprovechar para tener una alimentación más equilibrada y respetar el derecho a la intimidad y a los tiempos de descanso.
El teletrabajo, una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas
El pasado 22 de septiembre se aprobó el Real Decreto-Ley 28/2020 que regula el trabajo a distancia. Una nueva forma de trabajar que existe desde hace varios años pero que con la pandemia actual se ha impuesto en nuestra sociedad. Desde la Sociedad Española de Salud y Medicina Integrativa (SESMI) defendemos que el teletrabajo debe ser una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas y no para empeorarla, debe contribuir al equilibrio de la vida laboral y personal.
Para ello, hay que tener en cuenta aspectos como la organización del trabajo -evitando la extensión de una jornada laboral fraccionada-, una correcta higiene postural, mantener el contacto cercano con el equipo, aprovechar para tener una alimentación más equilibrada y respetar el derecho a la intimidad y a los tiempos de descanso.
Con el teletrabajo se ahorra tiempo y dinero
Trabajar en casa reduce los desplazamientos entre hogar y oficina y se evitan los gastos de transporte y gasolina. Optar por el teletrabajo es apostar por ciudades más sostenibles y saludables porque reduce el tránsito y las emisiones de CO² en metrópolis grandes como Madrid, Barcelona o Valencia y el consumo de energía en las oficinas. También es una oportunidad para mejorar la salud cardiovascular y prevenir la obesidad al consumir alimentos preparados en casa y reducir las comidas en restaurantes y fuera del hogar.
El derecho a la desconexión
En la actualidad, muchas empresas se están planteando combinar el trabajo presencial con el teletrabajo porque mejora la conciliación familiar y reduce el riesgo de contagio de enfermedades como la gripe o la COVID-19 en personas vulnerables (sería el caso de los abuelos que suelen hacerse cargo de sus nietos). Pero con el teletrabajo se corre el riesgo de entrar en un ciclo laboral sin fin y caer en el sentimiento de ser esclavos del trabajo las 24 horas, los 365 días al año.
El teletrabajo debe ser una oportunidad para optimizar las actividades personales gracias al desarrollo de habilidades para la gestión del tiempo y las tareas. Se debe potenciar la capacidad de regulación emocional para saber articular, de una forma adecuada y sana, el entrecruce de exigencias de la casa y del trabajo. Es importante establecer unos horarios de trabajo fijos y una rutina pero la disciplina de teletrabajo que se adopte nunca debe descuidar el derecho a la desconexión y debe respetar y cuidar el derecho a la intimidad y a los tiempos de descanso.
Crea un espacio de concentración
El teletrabajo debe convertirse en la ocasión para mejorar nuestra calidad de vida. Debemos mantener una correcta higiene postural y considerar la ergonomía como una pieza fundamental de nuestro espectro laboral. La relación hombre-máquina-ambiente es imprescindible para el bienestar y para lograr una buena adaptación de nuestro sistema biomecánico a ciertas fuerzas, posturas, repeticiones y vibraciones que se suelen dar durante el teletrabajo.
Convertir el hogar en oficina obliga a adaptar espacios para poder diferenciar el área de trabajo, de otras dedicadas al descanso o al ocio. Es importante delimitar bien el espacio, mantener el orden, elegir bien la luz o evitar los ruidos para convertir una estancia de la casa en tu oficina.
Optar por una música adecuada o por la aromaterapia (esencias) puede ayudar a que el espacio destinado al trabajo sea mucho más cómodo, confortable y eficiente que el despacho donde habitualmente se trabaja de forma presencial. El objetivo final es lograr que el lugar escogido para teletrabajar sea un espacio de concentración.
Se pueden aprovechar los tiempos de descanso y las pausas para meditar o practicar el yoga
No olvides cuidarte
Trabajar en casa debe ser una oportunidad para conseguir una alimentación mucho más equilibrada y saludable. También para respetar los tiempos de descanso y aprovechar las pausas para meditar o practicar yoga (hay clases en streaming) y no descuidar nuestra actividad física diaria.
Para evitar posibles trastornos psicológicos, el teletrabajo no debe aislar a las personas ni romper la cohesión grupal en la empresa. Es necesario que el empleador adopte herramientas que ayuden a mantener el contacto cercano del trabajador con su equipo a través, por ejemplo, de reuniones programadas de forma periódica o de combinar el teletrabajo con el trabajo presencial un par de veces a la semana.
Trabajar solo no tiene que suponer sentirse solo.