No, no es una máquina capaz de medir los orgasmos, se utilizó este nombre únicamente por la facilidad de recordarse. Sin embargo, puede decirse que es el primer instrumento psicométrico diseñado para calcular la intensidad del orgasmo, y eso ya tiene su mérito.
Un equipo italiano de científicos encabezado por el profesor de Endocrinología y Medicina Sexual, Emmanuele A. Jannini, ha descubierto la forma de evaluar la percepción subjetiva de intensidad orgásmica, según fue publicado a finales de agosto pasado en la revista PLOS One.
Lo más sorprendente del estudio no son los resultados, sino la inexistencia de investigaciones previas relacionadas y el poco interés que ha mostrado la ciencia en evaluar algo, a simple vista, tan importante para la salud sexual de la población.
¿Cómo funciona el orgasmómetro?
Para validar el instrumento creado, el equipo reclutó a 526 mujeres italianas de entre 19 y 35 años. Durante el estudio, se dividió a las mujeres en dos grupos: 112 participantes con algún tipo de disfunción sexual (Grupo SD), y 414 mujeres sexualmente sanas (Grupo de control).
Luego de tener una experiencia sexual, las mujeres debían ingresar al sitio de encuentro destinado por el equipo de investigadores para responder a una serie de preguntas. El orgasmómetro contiene una escala que comprende desde el 0 hasta el 10 para calificar el placer, siendo 0 la ausencia de placer y 10 la intensidad orgásmica máxima. Además, en el estudio no solo fue incluido el coito, sino cualquier experiencia sexual, como la masturbación y el sexo oral.
Las mujeres debían responder al listado de preguntas sin importar que la experiencia fuera individual o compartida, con un hombre o con otra mujer.
El análisis de los investigadores sugiere que la habilidad para obtener placer en la mujer durante un acto sexual depende en un 50% de sí misma, y no de su pareja.
“Me opongo rotundamente a la idea de que las mujeres son simples instrumentos en las manos de los hombres. Va en contra de mi idea de la paridad en la cama: tenemos los mismos derechos y tenemos los mismos deberes, en cierta forma, a la hora satisfacer el objetivo de las relaciones sexuales, que es el placer” (Emmanuele A. Jannini)
Un descubrimiento importante dentro del estudio es la relación entre la edad y la intensidad del orgasmo. Se demostró que las mujeres de 30–35 años califican su experiencia sexual en escalas más altas que las mujeres menores de 30.
Por otro lado, los científicos aprovecharon para explicar el vínculo entre el orgasmo y el dolor: “Es exactamente (igual). Te puedo preguntar: ¿cuán intenso fue el dolor que sentiste la última vez que fuiste al dentista? Y me responderás sobre cuánto dolor sentiste”, explica Jannini en declaraciones a la BBC. “Además, me puedes decir cuál es el dentista que te causó una experiencia más dolorosa usando la escala; si fuiste a dos dentistas, me puedes decir: el dentista A fue mejor que el dentista B porque este último fue mucho más doloroso”.
Finalmente, el hallazgo resume las numerosas y distintas posibilidades de disfrute de la experiencia sexual en el cuerpo femenino: “Nuestros experimentos han demostrado que hay una gran variedad en la experiencia sexual femenina. En el caso de los hombres, sus experiencias orgásmicas son más similares entre sí y eso es diferente en el caso de las mujeres”, destaca Jannini.