El buen sexo es uno de los mejores aliados en esta situación de confinamiento que estamos viviendo.
Un buen comienzo es clave, y en esto ellas pueden hacer mucho.
Confinarse en la casa por el tiempo que sea necesario es un imperativo mundial. Y esto exige reinventar la cotidianidad, adaptarse a los espacios y aceptar como nunca la presencia de los cercanos.
Medidas salvadoras como estas –porque eso son las cuarentenas– por lo general lanzan a la gente a pensar sobre cómo realizar el trabajo desde las 4 paredes del confinamiento, ajustar horarios, modificar vestuarios y hasta suplir por mano propia tareas personales, siempre hechas por otros, como la peluquería, el manicure y la misma preparación de la comida.
Sin embargo, pocos verbalizan las tareas sobre la cama, como si el encierro asexuara de por sí a las personas, para homologarlas en un solo relato: el nuevo coronavirus.
Pero basta que pasen unos días en esta condición para comprobar que la sexualidad es tan importante como la misma necesidad de moverse en el espacio reducido, para vencer el sedentarismo. Y es aquí en donde la realidad choca de frente con cualquier imaginario.
Vencer la apatía acumulada en el departamento inferior de las parejas estables se convierte en un gran reto, lo mismo que compensar la carencia de contraparte en las personas solas. Verdaderas oportunidades para redescubrir sensaciones, dejar volar la imaginación, desarrollar fantasías y hasta sacarle gusto a los pequeños estímulos.
No es fácil si se tiene en cuenta que la presencia permanente o el onanismo frecuente pueden resultar empalagosos y hasta antipáticos. Pero justo ahí es donde juega de titular la inteligencia humana, que en este caso, entre la misma corteza cerebral, puede doblegar sensaciones negativas que se oponen a la convivencia.
Puede parecer simple, pero retomar la conversación franca, sincera y propositiva sobre los temas sexuales con quien corresponda puede resultar gratificante y una vía expedita para llegar a prácticas que hacen más llevadero el encierro.
Sin más, los buenos polvos caseros son los mejores aliados del mundo en esta situación. Hasta luego.