Como decía Aristóteles, somos lo que hacemos cada día. Así que toma nota de estas rutinas diarias básicas que contribuirán a tu bienestar.
Hay una frase de Aristóteles que me encanta. Dice así “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, es un hábito”. Nos recuerda la importancia que tienen las pequeñas elecciones que hacemos cada día. Hoy quiero proponerte 11 hábitos saludables de vida que puedes hacer cada día con un impacto muy positivo para tu bienestar.
1. Levántate 20 minutos antes
Ir con prisas por la mañana genera un estrés enorme y puede hacernos enfocar todo el día de manera negativa. Ponte el despertador un poco antes de lo habitual y levántate pensando que vas a disfrutar de un rato tranquilo para prepararte para el día. Son muchos los beneficios de convertirte en una persona madrugadora. Definitivamente, es uno de los hábitos saludables que más impacto pueden tener en tu vida cotidiana.
2. Bebe un gran vaso de agua al despertarte
La hidratación es muy importante. Bebiendo justo al despertarte repones el líquido perdido durante la noche y te ayuda a espabilarte.
3. Incorpora proteínas y grasas saludables en tu desayuno
Desayunar es uno de los pilares de los hábitos de vida saludables. Incorpora proteínas y grasas saludables, hortalizas y fruta y limita la cantidad de hidratos de carbono. El típico desayuno de leche con cereales y un zumo de naranja lleva una cantidad exagerada de azúcares añadidos (más del límite que la OMS recomienda tomar en un día). Aguacate con aceite y sal, avellanas y una mandarina. Tortilla de espárragos, nueces y fresas. Yogur griego con pera y avellanas. Aquí te damos muchas opciones de desayunos saludables.
4. Haz pausas activas en el trabajo
En el trabajo, haz pausas cada 90-120 minutos. No estamos hechos para operar de manera continuada, nuestra productividad se resiente. Durante las pausas aprovecha para mover tu cuerpo (tampoco estamos hechos para estar sentados todo el día): 10 sentadillas, 5 flexiones, estirar la espalda… Después de comer, sal a caminar con tus compañeros, cuando hables por teléfono levántate… ¿Conoces lo que es el Fika?
5. Come verduras y ensaladas en las comidas principales
Una alimentación saludable debe basarse en verduras, hortalizas y frutas, que deben suponer al menos el 50% de lo que comes cada día. Consíguelo comiendo tanto verduras como ensaladas en todas tus comidas. Y de postre, fruta. Conoce nuestra propuesta del menú semanal saludable.
6. Juega, ríe, canta, baila
Es importante no dejarse llevar por el estrés y la rutina diaria y disfrutar un rato cada día. Juega con tus hijos, ponte música y baila, canta en la ducha…
7. Busca tu momento para respirar
Igual de importante es respirar… Simplemente busca un lugar tranquilo si puede ser en contacto con la naturaleza, aún mejor, y respira tranquilamente 10 veces, fijándote en tu respiración y dejando pasar tus pensamientos. Una técnica japonesa de relajación o el concepto mindfulness te pueden ayudar.
8. Snacks, pocos y de calidad
Es muy típico actualmente pasarnos todo el día comiendo, desde que nos levantamos hasta justo antes de ir a dormir. Esto no es para nada beneficioso para tu cuerpo y tiene el problema añadido que dificulta cada vez más que seas capaz de escucharlo y darle lo que necesita. Si necesitas comer entre las comidas principales (no es imprescindible, ni tu metabolismo se va a resentir si no lo haces), como mucho media mañana y merienda y opta por fruta fresca y/o frutos secos. Te compartimos 25 snacks para llevar a la oficina.
9. Organiza el día siguiente
Coge una libretita o tu móvil y hazte una lista de lo que tienes que hacer el día siguiente. Te ayudará a organizarte y además tendrás una mayor sensación de control. Conoce cómo lograr un detox digital.
10. Aléjate de las pantallas antes de acostarte
Ni televisión, ni móvil, ni tablet, ni ordenador. La luz que emiten los aparatos electrónicos pueden interferir en la calidad de tu sueño. Déjalo todo fuera de la habitación.
11. Vete a dormir temprano
Dormir bien es importante y afecta mucho tu bienestar. No le robes horas a tu descanso nocturno para hacer otras cosas. Dormir es una prioridad.