Ya hemos hablado en nuestros artículos sobre algunas características del semen: la capacidad de modificar los genes de la mujer (sistema inmunológico, libido, fertilidad, alimentación, sueño…), de provocar la ovulación, sus maravillosas propiedades culinarias y pictóricas, la diferencia entre orgasmo y eyaculación, la velocidad que puede alcanzar esta… pero no son sino la punta del iceberg (dobles sentidos aparte) de todas sus características curiosas.
En este artículo les mostramos otras. Pasen y lean, queridos amigos… prometemos no manchar.
Qué es el semen
El semen es el conjunto de espermatozoides y sustancias fluidas que se producen en el aparato sexual masculino de todos los animales. Es un líquido viscoso y blanquecino que se expulsa a través de la uretra durante la eyaculación.
Está compuesto por espermatozoides procedentes de los testículos y plasma seminal que procede de estos, el epidídimo, las vesículas seminales (aporta entre el 46% y el 80% del volumen del semen), la próstata (aporta entre el 15% y el 30%), las glándulas de Cowper, las glándulas de Littre y los vasos deferentes.
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Volumen promedio en una eyaculación
Un hombre eyacula unos 54 litros de semen. No hombre, no, a lo largo de toda su vida, no cada vez… puf… quita, quita. El volumen promedio de una eyaculación dependerá de la abstinencia sexual previa y del nivel de excitación, oscilando entre los 2 a 4 mililitros, con un máximo de 5 ml tras un periodo de abstinencia de 3 a 7 días. ¿Y si lleva meses sin pillar cacho ni machacársela? Pues polución nocturna y asunto arreglado.
Contenido del semen en una eyaculación
Cada eyaculación contiene entre 200 y 400 millones de espermatozoides. Apretadicos, ¿eh? Pues no. Hay sitio para todos porque menos del 10% del volumen del semen eyaculado corresponde a los espermatozoides. Más del 90% del volumen restante está formado por gran cantidad de sustancias que proceden principalmente de las vesículas seminales y la próstata: Prostaglandinas (E2, A, B, aminoácidos, fósforo, potasio, hormonas, ácido cítrico, colesterol, fosfolípidos, carnitina, fosfatasa alcalina, calcio, sodio, zinc, fosfato de espermina, fructosa, enzimas para la separación de las proteínas (principalmente fibrolisina, una enzima que reduce la sangre y las fibras del tejido, y fibrinogenasa) y una proteína espesa, clara y lubricante conocida como moco.
Vehículo seguro y eficiente
La densa secreción que producen las vesículas seminales es rica en fructosa, el azúcar principal del semen. Este azúcar proporciona hidratos de carbono a los espermatozoides móviles que los utilizan como fuente de energía para desplazarse a una mareante velocidad superior a las 25 micras/segundo (o entre 4 y 24 si son del tipo B). Estos valientes se enfrentarán a una vagina con un pH ácido pero no se quedarán tiesos, el pH del semen les favorece y el restos de sus componentes también. Por eso pueden llegar a sobrevivir durante varios días e incluso meses después del coito.
Es más, el semen es tan resistente que puede almacenarse en estado congelado con nitrógeno líquido durante meses o años. No pasa nada, aunque haga un frío que pela los bravos guerreros mantienen su capacidad de fertilizar; una manta térmica y un caldito caliente y venga, vamos con la fecundación in vitro o la inseminación artificia
Tras leer esto casi da pena hacerle un nudito al condón y tirarlo a la papelera, ¿que no?