La ergofobia o miedo al trabajo, una fobia cada vez más latente

Esta sensación puede desembocar en la aparición de ansiedad crónica, depresión y fatiga. 

La ergofobia puede acabar siendo patológica. 

Dentro del proyecto de vida de la mayoría de personas está el objetivo de encontrar un trabajo que proporcione autorrealización, felicidad y una buena retribución económica.

Sin embargo, en los tiempos que corren, caracterizados por altos grados de insatisfacción, competitividad y estrés laboral, esta tarea puede complicarse e, incluso, convertir la idea de trabajar en una pesadilla.

Es lo que se conoce como ergofobia, o miedo al trabajo, que no solo impide al sujeto que lo padece desempeñar de forma correcta sus labores, sino que puede desembocar en la aparición de cuadros depresivos, explica María Cristina Marín, psicóloga clínica de la Universidad Complutense de Madrid. “No se trata de una enfermedad mental catalogada, pero sí puede generar mucho malestar, ansiedad crónica, fatiga, depresión y trastornos del estado de ánimo, además de problemas económicos si uno acaba renunciando”, dice.