De tal pareja, tal orgasmo

Las mujeres en relaciones heterosexuales alcanzan el orgasmo en 6 de cada 10 polvos.

Esa es la conclusión de un estudio hecho por el afamado Instituto Kinsey, de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), que además pone de relieve el hecho de que la orientación sexual es un determinante importante en la frecuencia con la que el aquello termina en un éxtasis apoteósico.


Los resultados, publicados en el Journal of Sexual Medicine, son bastante claros: los señores, que llegan al orgasmo en el 85 por ciento de sus encamadas, encabezan la lista de afortunados, seguidos por las mujeres homosexuales, que quedan satisfechas en 74 de cada 100 encuentros.

Lo que sigue francamente es preocupante. Según los autores de este revelador trabajo, aquellas que se meten bajo las sábanas solo con varones apenas alcanzan el éxtasis, cuando mucho, en 6 de cada 10 polvos. Un tema digno de una tesis doctoral, ¿no les parece?
No es el único dato curioso de la investigación. Resulta que en los señores apenas si existe una ligera variación en el número de orgasmos de acuerdo con su orientación sexual, a tal punto que se podría decir que homosexuales y heterosexuales la pasan igual sobre la cama. Ah: los hombres bisexuales tienen una tendencia un poco más alta a quedar aburridos, comparados con los otros dos grupos.
Las mujeres bisexuales son las más damnificadas, según las estadísticas. Parece ser que un poco menos de la mitad se baja del catre tal como llegaron y con la esperanza puesta en que la próxima vez sí será.
Ahora, si analizamos los hallazgos podemos concluir que a los señores en general no les va mal porque en la mayoría de los polvos la eyaculación, que coincide con el orgasmo en ellos, pone punto final a la tarea. Así las cosas, por lo general se sienten bien, sea con quien sea.
Con respecto a la marcada diferencia entre las mujeres homosexuales y las heterosexuales, los autores creen que las lesbianas están más a gusto y más familiarizadas con el cuerpo femenino y sus funciones, lo que facilita la génesis de orgasmos en sus compañeras, sin descontar que las posibilidades orgásmicas de las mujeres son más variadas y, por lo tanto, menos predecibles.
Más allá de los números, cabe decir que estas diferencias, según los investigadores, no tienen nada que ver con una condición biológica específica, sino con la forma y la ambientación que acompañan la faena sexual.
Esa conclusión nos devuelve a otra irrefutable: independientemente del lugar en el que nos ubique el estudio de acuerdo con nuestra orientación sexual, los orgasmos serán más frecuentes y mejores, siempre que nos ocupemos de buscarlos.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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