las verdaderas razones que motivan a las personas a seguir a sus líderes políticos o a desistir de ellos, va más allá de la situación de un país o de las comunicaciones a través de los medios para influir la opinión pública, muchas veces con subjetividad en la presentación de los problemas, con opiniones disfrazadas de noticias, omisión selectiva, falta de contexto, uso de hechos verídicos para llegar a conclusiones falsas o distorsión de los mismos.
John C. Maxwell en su libro El libro de oro del liderazgo, explica cómo la mayoría de los líderes pueden causar una buena impresión a primera vista. Sin embargo, con el tiempo, los líderes muestran cómo son de hecho y no lo que intentan aparentar. Luego, para descifrar las calidades del líder, es apenas cuestión de tiempo, para que la gente comience a percibirlas. Las personas siguen al tipo de líder en quien puedan confiar, sin importar las circunstancias o las condiciones.
Las personas desisten de quien las desvaloriza. Estos líderes actúan con soberbia y tratan a las personas o funcionarios con desdén, o peor aún con desprecio. Y cuando los líderes desvalorizan a su equipo, comienzan a manipular a las personas. Pasan a tratarlos como objetos y no como gente.
Nuestros líderes ya no parecen entender la contribución de quienes los elegimos, por eso los cambios drásticos que se vienen dando en los resultados de las encuestas electorales.
Las personas desisten del líder que no es confiable. El líder probo o digno de crédito es quien desarrolla confianza, estableciendo un comportamiento coherente entre sus palabras y sus actitudes. Maxwell explica algunas de las formas más rápidas de perder la confianza, como son actuar de manera incoherente, colocar las ventajas personales por encima del grupo, esconder informaciones y mentir o contar medias verdades.
Para resolver el tema de credibilidad, Maxwell ofrece la receta práctica: mantenga la integridad, haciendo que sus palabras sean coherentes con sus actitudes; comunique abiertamente su visión y sus valores; demuestre por las personas el mismo respeto dedicado a los demás, concéntrese en las metas en común más que en la agenda propia, y haga la cosa cierta, sin importar el riesgo personal.
Las personas desisten de quien es incompetente. Como se mencionó, los líderes deben inspirar confianza, y lo hacen no con su carisma, sino cuando demuestran competencia. Pero, sobretodo, los líderes competentes escogen directamente a su equipo también competente, a diferencia de la mayoría de nuestros políticos.
Las personas desisten de quien es inseguro. Los líderes inseguros se quieren tornar indispensables. Como dice Maxwell, su deseo de poder, de posición y de reconocimiento se manifiesta en una demostración obvia de miedo, sospecha, desconfianza y envidia. Cuando las personas perciben que su líder está más preocupado en mantener su autoridad y proteger la posición que ocupa, acaban encontrando otro a quien seguir.
Las personas abandonan personas, no empresas y menos su país. Tampoco los colombianos vamos a abandonar a Colombia. Pero siguiendo la sabiduría de Maxwell, los políticos y sus actuaciones son el mismo motivo para que los votantes desistan de ellos.