Cuando se trata de no pagar absolutamente por usar un producto o servicio, el interés aumenta. Pero por algo existe el dicho “de eso tan bueno, no dan tanto”.
Nadie puede negar que lo que sea gratis llama mucho la atención, sea algo que se tenía pensado usar pero también, en ocasiones, puede ser algo que no se necesitaba o no se conocía. Pero todo puede tener un costo escondido, así no necesariamente sea de dinero.
Lo ideal es tener precaución al respecto, conocer bien las condiciones que le están ofreciendo y preguntar al máximo sobre lo que está a punto de aceptar. Por supuesto, esto no aplica para aquellas muestras de shampoo o cremas que vienen en volantes, sino para aquellas ofertas que le implican más de un uso de ese producto o servicio.
Lo común
Esto también aplica en ocasiones cuando se adquiere algo y le dicen “pruébelo y, si no le gusta, devuélvalo sin ningún costo”. Pero, ¿se ha puesto a pensar por qué lo hacen? Si bien puede que la empresa confíe mucho en lo que ofrece, siempre habrá algo que usted tenga que firmar y que, probablemente, deba aceptar.
De acuerdo con La Comisión Federal de Comercio (en inglés Federal Trade Commission, FTC) incluso, si usted no hace preguntas, muchos negocios toman su silencio como una aceptación y, después, pueden causarle costos.
O, en otros casos, lo que le pueden aplicar son los costos de envío o acarreo, especialmente en transacciones por internet. Pero según la FTC aunque piense que es una cantidad mínima de dinero, usted también está entregando información de su tarjeta de crédito.
Otra forma común en la que logran “enganchar a las personas” es con la solicitud de una suscripción previa, que por lo general se hace aceptando cláusulas y condiciones y, con ello, una letra pequeña que muchas veces puede pasar desapercibida.
Los gastos que no lo hacen gratuito
De acuerdo con la sección Money de US News existen tres formas en las que lo gratis realmente no le sale gratis y que, aunque usted puede considerarlas como una “inversión”, lo que hacen es que afecte su bolsillo con un pequeño impacto.
• Tiempo
Recuerde que su tiempo también tiene un precio. Lo que en economía se conoce como el “costo de oportunidad” le ayudará a entender por qué esto, ya que en vez de ponerse a hacer una larga fila de tres horas por una hamburguesa fácil podría estar invirtiendo ese tiempo en hacer algo que sí le genere dinero.
Esto es común cuando usted tiene que desplazarse, gastar gasolina o un pasaje de bus para ir a reclamar su producto gratis. O también si debe esperar mucho por éste.
• Dinero
Suena absurdo pero sí, si usted debe gastar dinero para adquirir algo gratis, considérelo dos veces. Lo más común en Colombia es cuando le piden recolectar varias muestras para que, una vez las tenga, pueda obtener el objeto o el servicio gratuito.
Bueno, eso puede depender de la frecuencia con la que usted compra el producto o si es necesario en su día a día y no representa un gasto adicional. Pero si usted se sale del presupuesto, por más mínimo que sea el gasto; su producto prometido de forma gratuita, no es gratuito.
• Tiempo y dinero
Una combinación de las dos anteriores pero que puede no ser muy evidente. El ejemplo que sugiere US News es de cuando usted se inscribe en servicios para dar su opinión sobre algunos productos que llegan a su casa y que usted podrá usar gratis.
Para ello, debe firmar contratos y cláusulas en los que probablemente sí acuerden darle los productos, pero el problema puede aparecer cuando la empresa no cumple con lo que le ofrece: entre llamadas, solicitudes y reclamos, es más tiempo y más dinero el que gasta.
Lo que tiene que hacer
Las recomendaciones al respecto, ofrecidas por la FTC, son:
• Investigue a la compañía en internet: busque comentarios en redes y pruebe en google añadiendo al nombre de la empresa la palabra “quejas o reclamos”
• Tómese el tiempo para leer la totalidad de los términos y condiciones de una oferta.
• Fíjese quién está detrás de la oferta.
• Preste atención a las casillas premarcadas, es decir, aquellas que pueden darle vía libre a la empresa para cambiar los términos de lo firmado.
• Recuerde fechas. Es probable que el período de prueba gratis sea por un tiempo limitado.
• Solicite información sobre un posible proceso de cancelación.
• Esté atento a sus extractos de tarjeta de crédito.
Lo ideal es tener precaución al respecto, conocer bien las condiciones que le están ofreciendo y preguntar al máximo sobre lo que está a punto de aceptar. Por supuesto, esto no aplica para aquellas muestras de shampoo o cremas que vienen en volantes, sino para aquellas ofertas que le implican más de un uso de ese producto o servicio.
Lo común
Esto también aplica en ocasiones cuando se adquiere algo y le dicen “pruébelo y, si no le gusta, devuélvalo sin ningún costo”. Pero, ¿se ha puesto a pensar por qué lo hacen? Si bien puede que la empresa confíe mucho en lo que ofrece, siempre habrá algo que usted tenga que firmar y que, probablemente, deba aceptar.
De acuerdo con La Comisión Federal de Comercio (en inglés Federal Trade Commission, FTC) incluso, si usted no hace preguntas, muchos negocios toman su silencio como una aceptación y, después, pueden causarle costos.
O, en otros casos, lo que le pueden aplicar son los costos de envío o acarreo, especialmente en transacciones por internet. Pero según la FTC aunque piense que es una cantidad mínima de dinero, usted también está entregando información de su tarjeta de crédito.
Otra forma común en la que logran “enganchar a las personas” es con la solicitud de una suscripción previa, que por lo general se hace aceptando cláusulas y condiciones y, con ello, una letra pequeña que muchas veces puede pasar desapercibida.
Los gastos que no lo hacen gratuito
De acuerdo con la sección Money de US News existen tres formas en las que lo gratis realmente no le sale gratis y que, aunque usted puede considerarlas como una “inversión”, lo que hacen es que afecte su bolsillo con un pequeño impacto.
• Tiempo
Recuerde que su tiempo también tiene un precio. Lo que en economía se conoce como el “costo de oportunidad” le ayudará a entender por qué esto, ya que en vez de ponerse a hacer una larga fila de tres horas por una hamburguesa fácil podría estar invirtiendo ese tiempo en hacer algo que sí le genere dinero.
Esto es común cuando usted tiene que desplazarse, gastar gasolina o un pasaje de bus para ir a reclamar su producto gratis. O también si debe esperar mucho por éste.
• Dinero
Suena absurdo pero sí, si usted debe gastar dinero para adquirir algo gratis, considérelo dos veces. Lo más común en Colombia es cuando le piden recolectar varias muestras para que, una vez las tenga, pueda obtener el objeto o el servicio gratuito.
Bueno, eso puede depender de la frecuencia con la que usted compra el producto o si es necesario en su día a día y no representa un gasto adicional. Pero si usted se sale del presupuesto, por más mínimo que sea el gasto; su producto prometido de forma gratuita, no es gratuito.
• Tiempo y dinero
Una combinación de las dos anteriores pero que puede no ser muy evidente. El ejemplo que sugiere US News es de cuando usted se inscribe en servicios para dar su opinión sobre algunos productos que llegan a su casa y que usted podrá usar gratis.
Para ello, debe firmar contratos y cláusulas en los que probablemente sí acuerden darle los productos, pero el problema puede aparecer cuando la empresa no cumple con lo que le ofrece: entre llamadas, solicitudes y reclamos, es más tiempo y más dinero el que gasta.
Lo que tiene que hacer
Las recomendaciones al respecto, ofrecidas por la FTC, son:
• Investigue a la compañía en internet: busque comentarios en redes y pruebe en google añadiendo al nombre de la empresa la palabra “quejas o reclamos”
• Tómese el tiempo para leer la totalidad de los términos y condiciones de una oferta.
• Fíjese quién está detrás de la oferta.
• Preste atención a las casillas premarcadas, es decir, aquellas que pueden darle vía libre a la empresa para cambiar los términos de lo firmado.
• Recuerde fechas. Es probable que el período de prueba gratis sea por un tiempo limitado.
• Solicite información sobre un posible proceso de cancelación.
• Esté atento a sus extractos de tarjeta de crédito.