Amor de lejos, felices los 4, 6, 8, 12 ó 16

Si usted ha tenido ó ve venir una relación a distancia en su futuro, en esta entrega le voy a contar algunos detalles acerca de cómo sobrellevarla (si es que se puede) y de lo que pasa muchas veces sin que usted se dé cuenta.
Todo comienza la mayoría de las veces por razones de fuerza mayor: estudio, trabajo ó nuevas oportunidades en general, pero es una inevitable separación que hace que la relación entre en un período de letargo emocional y físico. Nadie quiere separarse de su ser amado, ¿pero qué se le va a hacer? ¡Si toca, toca!
Yo sé que es un período difícil pero sólo de ustedes depende hacer que ese tiempo sea mucho más llevadero, porque no se pueden quedar dormidos en los laureles y esperar toda la vida a que esa persona vuelva; así como tampoco se puede caer en una zona de peligro como lo es esa 'falsa soltería' que se puede tener al estar con su pareja a cientos ó miles de kilómetros. Ya saben a qué me refiero, ¿no?
Pasemos de lleno al hecho que usted ya anda solo, pero usted fue el que se quedó. La tristeza lo invade por varios y largos días, y el tiempo se convierte en su peor enemigo; pues todo lo que antes compartía con su pareja, ¡ahora lo tiene que hacer solo!, ¡ouch!, ¡ese tiempo sí que duele! Sobre todo cuando comienza a pasar por el restaurante que les gustaba a ambos ó el parque donde paseaban juntos al perrito, tortuga, gato, pájaro ó cualquier animalejo que hayan adoptado como 'hijo', porque pareja que se respete tiene algún 'avechucho' o cuadrúpedo bien pero bien cursi como el 'fruto de su amor'.
Pero no todo termina ahí, con el pasar de los días usted comienza a sentir ciertas necesidades físicas, las cuales ya no puede satisfacer como lo hacía antes, y lo peor es que no es sólo usted quien las siente, su pareja a lo lejos también está sintiendo lo mismo.
Al principio intentan de todo para mantener la 'llama del amor' encendida, entonces comienzan con las 'llamadas calientes', ó mejor aún con el 'CyberSex', pero al poco tiempo se dan cuenta que ninguna de esas vainas sirve para calmar ese diablo que se lleva adentro, porque ¡se necesita contacto físico!, y eso no se logra ni porque tengan esas benditas cámaras 3D que venden ahora.
Siendo así, usted y él ó ella a la distancia, comienzan a mirar con otros ojos a las personas que los rodean, y el diablo que llevan dentro comienza a aflorar. Esto es totalmente normal en cualquier ser humano, y a no ser que usted le eche alcanfor al colchón, ¡es inevitable!. Pero, ¿qué hacer en esos casos? Bueno, a no ser que usted sea el menos agraciado del planeta, siempre tendrá algún arrocito en bajo por ahí, y ese arrocito casi siempre aparece cuando sabe que usted ya anda sólo en la ciudad, así que la tentación es irremediable y el diablo sale a flote sin mucho esfuerzo.
¡Pero quieto! Recuerde que a su pareja le está pasando lo mismo, y es él ó ella quien está en un nuevo lugar, y la carne fresca siempre es muy apetecida; aunque a veces pueda no ser uno de los mejores cortes y simplemente sea un 'bofecito', la carne fresca siempre tendrá clientela. Así que aquí el que se va es el que tiene todas las de ganar.
Por todo lo anterior, ¿cree usted que mantener ese diablo calmado es muy fácil? Pues si es sensato y sabe que no es así, entonces llegó la hora de dejar las cosas claras con su pareja. Es mejor una relación de lejos sin preocupaciones por andar pensando qué hace ó deja de hacer el otro, a vivir atormentado por lo que seguramente el ó la otra anda haciendo. Es muy difícil que la carne humana deje de ser débil. ¡Recuérdenlo!
Por último, el mejor consejo que les puedo dar es que hagan lo que crean más conveniente (o sea que no les dije nada), pero si ven que su relación en vez de ser una fuente de buenos momentos, se está convirtiendo más bien en una fuente de dolores de cabeza, lo mejor es cortar de raíz el problema, ¡vivir atormentado no es vivir!
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente