¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tu trabajo te expandía el alma en vez de encadenarte el cuerpo? ¿Qué pasa dentro de nosotros cuando, más allá del salario, percibimos que lo que hacemos cada día conecta con algo mucho mayor que una nómina o una meta?
Desde muy joven, entendí —a veces en carne viva— que un trabajo que no nutre el alma, inevitablemente va marchitando al ser. No importan los beneficios, no importan los bonos, no importa el prestigio. Si la tarea diaria no dialoga con el propósito profundo, algo en nuestro interior empieza a apagarse, lenta e inevitablemente.
Y también he sido el mentor que ha visto cómo tantos hombres y mujeres brillantes se consumen en trabajos que pagan bien… pero que les roban el alma centímetro a centímetro.
Por siglos creímos que el milagro de pensar, crear y decidir era únicamente humano. Hoy, una creación nuestra, la Inteligencia Artificial, irrumpe no para sustituirnos, sino para desafiarnos a evolucionar. El paradigma se rompe, y con él, la zona de confort en la que nos refugiamos. Ya no basta con pensar, hay que replantear qué es la inteligencia, qué es la conciencia y cuál es nuestro verdadero rol como especie. ¿Estamos preparados para coexistir con una inteligencia no biológica que aprende, decide y, en ocasiones, acierta más que nosotros?
Esta reflexión no es ajena al trabajo. Porque en un mundo donde incluso las máquinas pueden producir, decidir y crear, la pregunta clave no es qué hacemos, sino desde dónde y para qué lo hacemos.
Hoy, más que nunca, necesitamos recordar que el trabajo no es solo una transacción económica. Es una extensión de nuestro ser. Es la oportunidad diaria de desplegar nuestra luz en el mundo, de aprender, de servir, de transformarnos.
He visto empresas donde la gente entra cada mañana con el alma doblada, casi en piloto automático, contando los minutos para salir. Y he visto organizaciones donde cada reunión, cada proyecto, cada conversación, es un acto de construcción de sentido compartido.
Lo verdaderamente transformador ocurre cuando las personas sienten que su energía diaria no se desperdicia en un engranaje sin alma, sino que alimenta algo vivo, vibrante, significativo.
Y si luego la vida te llama a nuevos horizontes, que sea porque tu alma ya ha crecido demasiado para caber en un espacio que ya no vibra contigo.
Agendamiento: AQUÍ
Facebook: Julio Cesar Moreno D
Twitter: Julio Cesar Moreno Duque
Linkedin: (28) JULIO CESAR
MORENO DUQUE | LinkedIn
Youtube: JULIO CESAR MORENO DUQUE - YouTube
Comunidad de WhatsApp: Únete
a nuestros grupos
Grupo de WhatsApp: Unete a nuestro Grupo
Comunidad de Telegram: Únete a nuestro canal
Grupo de Telegram: Unete a nuestro Grupo
Blogs: BIENVENIDO
A MI BLOG (juliocmd.blogspot.com)
AMIGO DE. Ese ser supremo
en el cual crees y confias. (amigodeesegransersupremo.blogspot.com)
MENSAJES SABATINOS
(escritossabatinos.blogspot.com)
👉 “¿Quieres más tips como este? Únete al grupo exclusivo de WhatsApp o Telegram”.Porque trabajar no es solo sobrevivir.
Trabajar puede ser, y debe ser, una forma de evolucionar.
