La causa más común de la falta de deseo sexual suele ser el estrés y los problemas emocionales.
Puede sucederle tanto a hombres como a mujeres, aunque es más prevalente en el género femenino.
En el mundo de hoy, muchas personas se enfrentan a la disminución del deseo sexual en algún momento de sus vidas. Esta preocupación puede ser tanto individual como de pareja, y entender las razones detrás de esta disminución es fundamental para abordarla adecuadamente y recuperar una vida sexual satisfactoria.
De acuerdo con el portal web 'Top Doctors', la falta de deseo sexual es el bajo nivel de interés en tener relaciones sexuales donde la persona afectada no responde a la voluntad o deseo de actividad sexual de su pareja.
Especialistas indican que, la disminución del deseo sexual a menudo está relacionada con dificultades tanto físicas como psicológicas, y con frecuencia se asocia con problemas de función sexual.
Esta situación puede afectar tanto a hombres como a mujeres, aunque es más prevalente en el género femenino. En cifras, afecta a un rango que oscila entre el 22 % y el 51 % de las mujeres, mientras que en los hombres, la incidencia es menor, aproximadamente entre el 10 % y el 15 %.
La terapia sexual puede ayudar a las parejas a mejorar la comunicación, la intimidad y la conexión emocional.
Falta de deseo sexual: causas
Según la revista de salud 'Women's Health', la pérdida del deseo sexual está muchas veces relacionadas con causas que no se pueden medir en términos científicos. Y es que, como dicen los sexólogos, el principal órgano sexual es el cerebro.
"La falta de deseo se relaciona con depresiones, problemas en la relación de pareja y, en general, con cualquier quebranto importante en el bienestar y en la salud de las personas”, expresa Mireia Busquets, ginecóloga de mediQuo.
En ese sentido, a continuación le presentamos las razones más importantes detrás de la disminución del deseo sexual.
1. Factores emocionales y psicológicos: el estrés, la ansiedad, la depresión y problemas emocionales pueden afectar significativamente el deseo sexual. Preocupaciones personales, laborales o familiares pueden actuar como barreras para la intimidad y el placer sexual.
2. Problemas de relación: las tensiones, la falta de comunicación y la insatisfacción en la relación de pareja pueden reducir el deseo sexual. La falta de conexión emocional y el conflicto no resuelto son factores comunes.
3. Cambios hormonales: las fluctuaciones hormonales, como las que ocurren durante la menopausia en las mujeres o la disminución de la testosterona en los hombres con la edad, pueden llevar a una disminución del deseo sexual.
4. Problemas médicos: enfermedades crónicas, medicamentos, problemas de salud sexual como la disfunción eréctil o la sequedad vaginal, y condiciones como la diabetes o la obesidad pueden afectar negativamente el deseo sexual.
5. Estilo de vida y hábitos: el consumo excesivo de alcohol, el tabaquismo, la falta de ejercicio y una dieta poco saludable pueden tener un impacto negativo en el deseo sexual.
6. Fatiga y falta de sueño: la falta de sueño y la fatiga crónica pueden disminuir el interés por el sexo, ya que el cuerpo y la mente no tienen la energía necesaria para el rendimiento sexual.
Es fundamental abortar esta situación adecuadamente para poder recuperar una vida sexual de manera satisfactoria.
¿Cómo recuperar el deseo sexual?
1. Hablar con la pareja: la comunicación abierta y honesta sobre las preocupaciones y deseos sexuales es esencial. Resolver problemas de relación y mantener una conexión emocional puede revitalizar la vida sexual.
2. Gestión del estrés: encontrar formas efectivas de manejar el estrés, como la meditación, el yoga o la terapia, puede ayudar a reducir las barreras emocionales al deseo sexual.
3. Consulta médica: si sospecha que problemas médicos o medicamentos están afectando su deseo sexual, hable con un profesional de la salud. Pueden ofrecer soluciones o ajustes en el tratamiento.
4. Estilo de vida saludable: mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco puede mejorar la salud general y, en consecuencia, el deseo sexual.
5. Terapia sexual: un terapeuta sexual puede ayudar a abordar problemas específicos de deseo sexual, ofreciendo estrategias y ejercicios para recuperar la intimidad y la satisfacción sexual.
La disminución del deseo sexual es un problema común que puede ser tratado con éxito.
Es importante recordar que cada individuo es diferente, y lo que funciona para uno puede no ser adecuado para otro. La clave es abordar el problema de manera abierta y buscar la ayuda de un profesional cuando sea necesario.
Una vida sexual saludable es una parte importante de la vida de muchas personas, y recuperar el deseo sexual puede mejorar significativamente la calidad de vida y las relaciones personales.
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