Lo que tus ojos no pueden ver a veces llega a modo de libro, de comentario en una entrevista o de un debate entre amigos.
Aunque si te soy honesto suele ser bastante extraño.
Estamos condicionados por nuestras convicciones y por lo que creemos que es cierto.
De alguna forma cuando nos echan por tierra nuestra verdad sentimos como que se va parte de nosotros.
Se pone en peligro nuestra identidad y entonces nos agarramos más a ella.
Por esta misma razón es tan complicado el cambio sobre uno mismo.
Y aunque se pueden conseguir grandes cosas por ti mismo SIEMPRE vas a estar condicionado por tu propia forma de ver el mundo.
Porque primero tenemos que tener la humildad de bajar las defensas y segundo permitir que otros ojos con diferente perspectiva puedan observar nuestra situación.
Obviamente este privilegio no se lo puedes ofrecer a todo el mundo, ya que no todas las personas tienen buenas intenciones sobre ti y la mayoría proyectan sus miedos e inseguridades para proteger su propia identidad.
Hace bastante que me di cuenta de la importancia de contar con otros ojos que con buenas intenciones observen mi vida.
Por eso mismo en los momentos más delicados no he dudado en contar con la ayuda de algún profesional.
Sí, con alguien que esté dispuesto a sacar lo mejor de mí.
Pero que con todo el cariño del mundo me diga las cosas tal cual las ve y me ayude a crecer durante el camino.
Si consideras que las cosas no están yendo como tendrían que ir en tu vida y que ha llegado el momento de pasar a la acción, entonces me gustaría ofrecerte mis ojos.
Una perspectiva diferente para seguir creciendo y mejorando los distintos aspectos de tu vida.
Para mí es importante saber si conectamos y si de verdad puedo ayudarte.