No solo mis miedos y temores (y los de muchas personas) se transformaron en Amor, a través de la frecuencia IRB.
Sé que esto es algo ambiguo, por eso voy a entrar en más detalle.
Hay “efectos secundarios” de usar la frecuencia IRB, y no son tan evidentes. Pero son igualmente importantes.
· Apareció la sincronicidad en mi vida. De repente, las cosas surgen justo en el momento que las necesitas, exactamente como las quieres.
Es como que todo conspira a tu favor para que se allanen los caminos que eliges, y llegas siempre a tu destino de la mejor forma posible.
La vida se vuelve más fácil y fluida, y tú permaneces en armonía pase lo que pase.
· Muchos viejos problemas se resuelven por sí mismos, como nudos apretados que se desatan solos, en lugar de tenerte luchando para conseguirlo
Situaciones que ocuparon tiempo y energía en ti desaparecen para siempre.
Como si no tuvieran ya cabida en tu nueva vida.
Hay muchos más efectos fabulosos cuando estás bajo la frecuencia IRB.
Pero existe un punto muy importante que para mí, como antigua ejecutiva de éxito, ha sido clave en mi propio desarrollo personal.
· Crear dinero sin límites para que absolutamente todas las áreas de tu vida (física, mental, emocional, profesional, financiera, familiar, recreativa…) estén en equilibrio.
Sin trabajar más, teniendo tiempo suficiente para todo, amando lo que haces y tomando conciencia de que el dinero y la espiritualidad son uno.
Quizá estás frunciendo el ceño: “¿¿El dinero y la espiritualidad son uno?? El dinero no es espiritual, es egoísta, hace a la gente malvada…”.
Te entiendo. Entiendo que te enfades y te sientas incómodo. Solo que como mentora, no estoy aquí para decirte palabras dulces y mentiras que no te llevarán a ningún lado.
Estoy aquí para decirte lo que necesitas saber si de verdad quieres avanzar y subir peldaños en tu desarrollo humano.
Y el dinero es clave en este proceso.
Por eso, antes de que cierres este blog, déjame explicarte algo importante que quizá nunca antes te has planteado.
Y lo voy a hacer ayudándome de una imagen, para que lo veas con claridad.
La vida es como una llanta de automóvil con 13 facetas necesarias para girar, como 13 tornillos que la sujetan y la mantienen estable. Tenemos el área financiera, la salud, la vida familiar, etc.
Cada tornillo es un área de tu vida, que necesita estar bien colocado y sujeto para garantizar que la rueda gire sin ningún tipo de esfuerzo.
Entonces si alguno o varios de esos tornillos (áreas) fallan, tu rueda de la vida se desequilibra, se suelta y tu auto se avería.
Tiene sentido, ¿verdad?
La mayoría de personas piensa que lo espiritual choca con la riqueza financiera. Y yo quiero mostrarte cómo es imposible separar estos dos aspectos.
Fíjate bien…
Sin dinero:
Enfocas toda tu energía en tratar de ganarlo, pagar facturas, mantener a tu familia. La vida es supervivencia.
Desperdicias tu talento en trabajos que no cumplen tu propósito, solo por un sueldo que en muchos casos es insuficiente.
No tienes tiempo para dedicarlo a estar con tus seres queridos, o a cuidar de tu bienestar y equilibrio (porque has de trabajar y sacrificarte por ellos)
No puedes acceder a los mejores cuidados para tu salud y la de los que te rodean.
Aparcas tus sueños: viajar, disfrutar de la vida, de un buen restaurante, de hacer más deporte, etc.
La lista es infinita. Podría seguir poniéndote ejemplos todo el día, pero tú ya sabes de qué te hablo.
El dinero es el recurso que te permite apretar cada tornillo de tu rueda para mantenerla girando de forma segura e ilimitada. Toca cada aspecto de tus 13 áreas.
Es el eje central que aporta equilibrio y estabilidad a tu rueda de la vida.
Por eso (y no para volverte un ser egoísta, malvado y ruin) necesitas dinero sí o sí. Y quieres conectarlo con tu vida para poder evolucionar personal y espiritualmente.
Así que empieza por aquí.
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