Que es el ikigai




REINVENTARTE?

SÍ, QUIERO REINVENTARME


¿Conoces el concepto de “ikigai”?

Es una técnica japonesa que te ayuda a encontrar tu propósito en la vida. En concreto, en los últimos años se ha vuelto muy popular como vía para encontrar tu vocación profesional.

Esto seguramente ya lo sepas, pero lo que quizás no tengas claro es:Qué es el ikigai exactamente.
Cómo ponerlo en práctica.

Si es así, no te preocupes, porque en este post vamos a resolver tus dudas.

Aquí te mostraremos cómo aplicar el ikigai para buscar una profesión que de verdad te haga sentir realizado (con dos casos prácticos incluidos).

Vamos allá.




✅ Empecemos por el principio: ¿qué es el ikigai?

“Ikigai” es un término japonés formado por dos palabras:Iki: vivir.
Gai: valor o mérito.

Si unimos ambas ideas, tendríamos algo así como “el valor de vivir” o la razón para vivir. Y esto ya nos da una pista de lo que estamos hablando:


El ikigai se refiere a tu propósito. El motivo por el que estás vivo y la razón por la que te levantas todos los días y te enfrentas a los retos que se te cruzan por delante.

Este es al menos el significado del ikigai en la cultura japonesa.

Pero ahora vamos a lo que realmente te interesa…

👉 ¿Cómo te ayuda esta técnica a encontrar tu profesión ideal?

Para la mayoría de la gente, “buscar su vocación” significa simplemente dar con un trabajo que les guste. Uno con el que disfruten y se sientan cómodos.

Y eso es importante, pero no suficiente.

Según el ikigai, tu verdadera vocación es aquella que:Te llena.
Te permite aportar algo al mundo.

No te preocupes si todavía no lo ves claro, porque ahora vamos a explicarte cómo aplicar esta técnica.

✅ Las 4 preguntas del ikigai para encontrar tu propósito en la vida

El método del ikigai se divide en 4 pilares:Lo que te apasiona.
Lo que se te da bien.
Lo que el mundo necesita.
Aquello por lo que estarían dispuestos a pagarte.

Así, para alcanzar tu ikigai tendrás que buscar una profesión que cumpla estos 4 puntos, igual que en la imagen:


Los vemos uno por uno.

👉 1. ¿Qué te apasiona?

Tu propósito debería estar ligado con un área que te haga vibrar.

Puede ser una afición que tengas, o una temática que te interese especialmente.

Por ejemplo, quizá eres un apasionado de las nuevas tecnologías y los gadgets. O tal vez podrías pasarte horas y horas hablando sobre literatura rusa.

No importa si ahora mismo no sabes cómo podrías convertir esa pasión en tu forma de ganarte la vida; luego veremos algunos ejemplos que te ayudarán.

👉 2. ¿Qué se te da bien?

Aquí ya entramos en un terreno más práctico.

Lo que tienes que hacer es explorar todas aquellas habilidades que posees.

Por ejemplo, si:Se te da muy bien la fotografía.
Tienes un don para la música. Tocas algún instrumento e incluso has compuesto un par de temas.
Llevas muchos años trabajando en el sector de las asesorías y es un mundo en el que te desenvuelves bien.
Te encantan las plantas y se te da muy bien cuidarlas.
Desde siempre te ha apasionado la costura y tienes muy buena mano con la aguja y el hilo.

Ojo, aquí debes tener en cuenta también tus llamadas habilidades “blandas” o personales. Tal vez:Tienes mucha empatía y sabes ponerte en la piel de otras personas.
Eres muy persuasivo y carismático.
Eres resiliente y te adaptas para superar los obstáculos que te vengan.

Todo esto también te servirá para darle forma a tu propósito profesional.

Las dos primeras preguntas son más introspectivas. Pero ahora toca mirar hacia fuera.

👉 3. ¿Qué necesita el mundo?

¿Te suena el concepto de “Resolver una necesidad del mercado”?

Pues por ahí va la cosa. 😉

Cuando hablamos de “Lo que el mundo necesita”, nos referimos a buscar un problema que tenga una parte del público y que tú puedes resolver.

Para eso, repasa todo lo que has apuntado en las preguntas anteriores y plantéate:

“¿Cómo podría yo ayudar a otras personas con esta habilidad/pasión que tengo? ¿De qué manera podría serle esto útil a alguien?”.

👉 4. ¿Por qué estarían dispuestos a pagarte?

Quizá haya algo que tú sepas hacer y que te permita ayudar a otros.

Ahora bien, ¿la gente estaría dispuesta a pagarte por ello? ¿Es una capacidad que puedas convertir en una fuente de ingresos?

Si la respuesta es “No”, entonces ese no es tu ikigai.

✅ El ikigai en acción: dos ejemplos prácticos

Todo se entiende mejor cuando lo explicas con un ejemplo.

Y por eso aquí no te vamos a poner solo uno, sino dos casos prácticos para que veas cómo puedes usar el ikigai para encontrar tu vocación profesional.

Vamos a ello.

👉 Caso 1: Jorge

Jorge lleva mucho tiempo pensando en cambiar de profesión.

Su trabajo actual ya no le llena y quiere buscar una opción alternativa. Además, ha decidido que va a emprender un negocio, para poder tomar sus propias decisiones y tener libertad.

Pero no sabe en qué sector emprender.

Como tiene bastantes dudas, empieza a informarse sobre nuevas profesiones que tengan una demanda alta. Así descubre que en los últimos años los perfiles digitales han cobrado mucha relevancia.

En concreto, ve que el sector del marketing digital es un terreno en auge.

A Jorge ese mundo le interesa desde hace tiempo. En su anterior empresa hizo un cursillo de SEO y, aunque no es ningún experto, tiene una idea general de en qué consiste y cree que le gustaría dedicarse a ello.

Sigue informándose y descubre que, dentro de la rama del SEO, hay una profesión reciente que está teniendo mucha demanda: el Optimizer Manager o Experto en Google.

Un profesional que no solo trabaja el posicionamiento SEO, sino que diseña estrategias de captación para ayudar a las empresas a conseguir más clientes por Internet con Google (lo que significa que hay muchos negocios que necesitan unos servicios como los suyos).

De esta forma, Jorge encuentra una profesión que:Tiene demanda.
Hay empresas dispuestas a pagar por lo que él hace.
Tiene que ver con algo que le apasiona.
Le permite aprovechar sus conocimientos sobre SEO.

Es decir, Jorge ha encontrado su ikigai. 😉

Ahora vamos a verlo desde una perspectiva distinta.

👉 Caso 2: Laura

Laura es una amante de los animales desde que era niña. Le encanta aprender sobre ellos y ha tenido trabajos relacionados (paseando perros, ayudando en una protectora) aunque ahora no se dedica a eso.

Además, estuvo trabajando un tiempo como ayudante de un educador canino y tiene algunas nociones básicas. Así que piensa que esa podría ser una buena opción para ella.

Podría hacer un curso sobre adiestramiento canino para adquirir los conocimientos que necesita y ofrecer sus servicios a dueños de perros.

Pero… ¿es buena idea?

No le hace falta indagar mucho para saber que ya hay muchos educadores que ofrecen servicios presenciales.

Pero mientras investiga, descubre que hay personas ofreciendo cursos de adiestramiento online.

Eso es bueno; si hay gente vendiendo ese tipo de formaciones, significa que el público lo demanda. Además, la competencia en ese nicho aún es baja, así que lo va a tener más fácil para posicionarse si se especializa.

Así, Laura decide crear un curso online para adiestrar a perros con problemas de ansiedad.

Para comprobar si la idea es buena, Laura la valida mediante una preventa (es decir, primero “vende” el curso y, si se apunta suficiente gente, empieza a crear los contenidos de la formación). Y como recibe buena respuesta, sigue adelante con ella.

Laura también ha encontrado su ikigai, porque el vender cursos de adiestramiento canino online:Le permite explorar su pasión por los animales.
Está alineado con sus habilidades (sus conocimientos previos y su mano para tratar con los perros).
Es un nicho donde hay demanda.
Además, ha comprobado que hay gente dispuesta a pagar por adquirir un curso así.

Te hemos puesto estos dos ejemplos tan diferentes para que veas que el ikigai no es un método que tengas que seguir paso por paso.

No tienes que empezar por analizar tus pasiones y, a partir de ahí, buscar tu profesión ideal.

Lo importante no es por dónde empiezas, sino que esa idea cumpla los cuatro pilares del ikigai.

✅ ¿Necesitas ayuda para encontrar tu profesión ideal y reinventarte profesionalmente?

El ikigai es un método muy útil y que ha ayudado a muchísimas personas a ganar claridad y a encontrar su vocación.

Pero no te lo da todo.

Por ejemplo, quizá tengas claro cuál es tu verdadera pasión, pero: ¿Te ves capaz de superar tus miedos y apostar por ella (incluso si eso significa dejar tu trabajo actual y reinventarte)?
¿Sabes cómo trazar un plan para convertir ese propósito en una realidad?

El Ikigai no te enseña a hacer nada de esto…
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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