Si experimenta o ha sentido esta sensación cuando se enamora, debe saber la explicación científica que la rodea.
Las mariposas en el estómago tienen una explicación científica
El amor es una magia, dice Tito el Bambino, y aunque algo de razón tiene, pues muchos de los sentimientos que experimentan los enamorados son relacionados con la poesía y lo inexplicable, lo cierto es que la ciencia ha estudiado a detalle qué es lo que pasa en el cuerpo cuando se encuentra una conexión con el otro y a los sentimientos que nacen a partir de esto.
Las "mariposas en el estómago" son una de las metáforas que se han popularizado para explicar la sensación que surge cuando se va a tener una cita que se ha esperado por mucho con alguien con quien existe una atracción, también cuando se está a punto de dar un discurso o cuando se espera una respuesta decisiva.
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Lo cierto es que estas emociones sí habitan el sistema digestivo, pero no tienen que ver con alas o crisálidas, pues tiene que ver más con la reacción del cerebro ante situaciones que son interpretadas como amenazantes o preocupantes.
De acuerdo con los expertos de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore, Maryland, en Estados Unidos, esas mariposas son fruto de “una sensación física de agitación causada por una reducción del flujo sanguíneo al órgano. Esto se produce como resultado de la liberación de adrenalina que causa un aumento de la frecuencia cardíaca y la presión arterial y, como consecuencia, se envía más sangre a los músculos”.
En una explicación más extensa y que se remonta a los principios de la evolución, según un artículo de New Scientist, se habla de que el intestino tenía un sistema nervioso autónomo, que respondía a instintos amenazantes ambientales hace unos 500 millones años y que después pasó a ser interpretado como un segundo cerebro.
Pasados los años, se descubrió que el tubo digestivo en realidad está cubierto por cerca de 100 millones de células que actúan casi como un segundo cerebro abdominal y que producen casi los mismos neurotransmisores que su pariente de la cabeza, lo que hace que pueda encargarse, en su mayoría, de todas las funciones digestivas y, de paso, influir a gran escala en las emociones.
De acuerdo con un artículo publicado por el diario El Universal y que cita al gastroenterólogo William Otero, profesor de la Universidad Nacional de Colombia, neurotransmisores principales como la serotonina, la dopamina, el glutamato, la noradrenalina y el óxido nítrico bañan las células intestinales en cantidades mayores que las que recibe el cerebro.
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Adrenalina, la responsable de las "mariposas"
Ya en cuanto a la sensación específica que aparece no solo en momentos de enamoramiento, sino que también tienen que ver con angustia o ansiedad, específicamente el sistema nervioso entérico, que es este 'segundo cerebro', libera adrenalina, encargada de generar otros síntomas como taquicardia, sudoración, boca seca o dilatación pupila. Este neurotransmisor provoca que se reduzca el flujo sanguíneo en el estómago y el intestino, causando la sensación de un revoloteo en el aparato digestivo.
La liberación de esta sustancia se da con el objetivo de dar más oxígeno y nutrientes a los músculos, que son los que permiten reaccionar a una situación de alerta y que hace que el proceso de digestión pase a un segundo plano.
Así las cosas, se ha llegado a la conclusión de que este sistema influye en gran parte en las emociones. A su vez, según Otero, citado anteriormente, la serotonina es el principal neurotransmisor que regula las emociones, seguido de la dopamina, y que 95% de la serotonina y 50% de la dopamina que circulan por el cuerpo se originan en los intestinos.