Según científicos, la salud mental y física es determinante en los niveles de actividad y satisfacción sexual.
Sexualidad - imagen referencial
De acuerdo con una investigación del Centro Médico Universitario de Hamburgo-Eppendorf (UKE) en agosto de 2020, las personas sanas tienen más relaciones sexuales que las personas con enfermedades preexistentes.
Las enfermedades físicas y mentales pueden tener un enorme impacto en la satisfacción y la actividad sexual de las personas. Sin embargo, hasta ahora no se había recogido suficiente información que pudiera explicar las conexiones específicas entre salud y sexo.
Un estudio denominado “Salud y sexualidad en Alemania” (GeSiD), consultó a 4,955 hombres y mujeres de Alemania, sobre su satisfacción en el sexo, su estado general de salud y la presencia de enfermedades.
Cuando se les preguntó a los participantes por en el último mes, los hombres de entre 36 y 45 años y las mujeres de entre 26 y 35 años fueron los más propensos a decir que habían sido sexualmente activos con una pareja.
Respecto a la pregunta sobre el estado de salud era “mediocre” o “mala”, la probabilidad de ser sexualmente activo en el último mes se reducía significativamente en comparación con los encuestados con un “muy buen estado de salud”.
Según el líder del estudio, Peer Briken, en el caso de los hombres, las cifras descendieron del 79.1 al 59.0 y al 30.1 %, respectivamente, y en el de las mujeres, del 72.5 al 48.0 y al 32.4 %. Sin embargo, la satisfacción sexual está presente en un grado similar en todos los grupos de edad.
Los resultados pudieron demostrar que las enfermedades físicas y mentales suelen estar relacionadas con el estrés severo en la vida sexual. Esto también se aplica a las enfermedades que aparentemente no están directamente relacionadas con la actividad sexual.
En conclusión, la recomendación de los científicos es abordar la sexualidad de forma rutinaria y mucho más clara en la práctica médica diaria y establecer una conexión cuando sea necesario.
Sin embargo, para que esto ocurra, el personal médico tendría que estar mucho mejor formado en el ámbito de la salud y la satisfacción sexual, esto según Peer Briken.