Buenos polvos, corazones contentos


Durante un orgasmo bien logrado se liberan hormonas como la adrenalina, endorfinas y oxitocina.

Algunos cardiólogos han relacionado la carencia de orgasmos con un mayor riesgo cardiovascular.

Las encamadas legítimas están entre las mejores aliadas del corazón y en esta semana que el mundo se dedica a hablar de este órgano, no sobra recordar los beneficios que el sexo aporta en la tarea de mermar las elevadas cifras de enfermos y muertes por daños cardiovasculares, que año tras año encabezan estos conteos.

Para empezar hay que decir que la sola actividad física que requiere un polvo normal califica como ejercicio útil para quemar calorías y atenuar el estrés, que de paso son dos condiciones que impactan en algunos factores de riesgo que determinan la enfermedad cardiaca.

A lo anterior se suma que durante un orgasmo bien logrado se liberan hormonas como la adrenalina, endorfinas y oxitocina, que además de proporcionar tranquilidad en conjunto dilatan los vasos sanguíneos, lo que mejora la circulación y evita que la sangre forme coágulos en su recorrido. El asunto es tan favorable que algunos cardiólogos han relacionado la carencia de orgasmos con un mayor riesgo cardiovascular.

Por otro lado, se sabe que la disfunción eréctil (especialmente en varones jóvenes) puede ser una señal clara de arteriosclerosis, por lo que la merma en la actividad del departamento inferior puede ser una señal que invita a consultar. Lo anterior en razón a que hay una semejanza en tamaño y función de las arterias que irrigan el pene con las coronarias y por lo general cuando se afectan unas, las otras también están alteradas. El asunto es tan claro que la presencia de impotencia puede ser un signo premonitorio de cuadros de angina de pecho o incluso infartos.

De igual forma, diversos estudios han demostrado que la actividad sobre el catre desemboca en beneficios adicionales que repercuten directamente sobre el sistema cardiovascular porque disminuyen el cortisol, que es una hormona que abunda cuando la ansiedad, el estrés y otras manifestaciones negativas del agite cotidiano se hacen presentes, provocando aumento de la tensión arterial, elevación de la frecuencia cardiaca, movilización dañina del colesterol malo y consecuentemente potenciales desenlaces que arrasan con el bienestar.

Y aunque el asunto de la impotencia puede hacer creer que el aquello es saludable, solo el corazón de los señores, la verdad es que el impacto positivo también lo reciben las mujeres, incluso de manera más efectiva. Así que no sobra insistir en que buenos polvos son sinónimo de corazones sanos y contentos.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente