El miedo a las críticas tiene fundamento científico, y es que el cerebro recuerda con mayor facilidad las experiencias negativas que las positivas. Esto explica por qué cuando recibimos una mala crítica pensamos en ella durante días, inclusos meses, pero solemos olvidar los halagos demasiado pronto.
Un dato todavía más interesante es que nuestro cerebro necesita cinco eventos positivos para compensar el efecto psicológico de un solo evento negativo, así que imagina recibir un montón de críticas hirientes el mismo día. ¡No es fácil mantener la frente en alto!
Aun así, es importante que aprendas a desechar el miedo a las críticas y fortalezcas tu seguridad personal para que la opinión de los demás no destruya tu confianza. Hoy te contamos de qué forma puedes conseguirlo.
1. Acepta que todo lo que hagas acabará siempre en aplausos y críticas (todo)
¿Alguna vez oíste la frase: “Es mejor que hablen mal de ti a que no hablen para nada”? Bueno, tiene sentido.
¿Prefieres ser juzgado o ignorado? Esta es una decisión personal que vale la pena considerar, porque si hay algo seguro es que, cuando te atreves a marcar la diferencia, aceptas tener que asumir algunas críticas a cambio. Solo no dejes que eso te haga retroceder y entiende que, si conseguiste la atención del mundo, de alguna manera tienes talento. Punto.
2. No evadas las críticas
No tiene caso intentar escabullirte de los comentarios desagradables de los demás, solo perderás tiempo y energía. Lo mejor que puedes hacer es blindarte, hacerte invisible y dejar que el camión pase a través de ti, no encima de ti.
Cuando alguien comience a criticarte negativamente (porque también existen las críticas constructivas, y tienes que saber reconocerlas), solo recuerda que probablemente esa persona se siente frustrada con respecto a sus propios talentos, o tiene problemas para comunicar ideas con asertividad.
A veces las personas, con la intención de ayudarte a mejorar, harán críticas que te harán dudar de ti mismo. En estos casos, quédate con lo positivo y entiende que tus seres queridos no siempre dicen lo correcto en el momento indicado.
3. Comprométete a mejorar por ti, no por los demás
Es muy probable que tu miedo a la crítica venga de una necesidad oculta de aprobación, y que este sea el motivo por el cual te “descompensas” cuando sientes que no estás siendo valorado por los demás.
La solución en este caso es comprometerte a mejorar simplemente porque aspiras a estándares de vida más altos, y no porque quieres encajar o llamar la atención de alguien.
Enamórate de ti una conferencia que Walter Riso tiene para ti.
Si dejas de obsesionarte con la idea de ser lo máximo a los ojos del mundo, te quitarás un peso de encima y las críticas negativas perderán poder sobre ti. ¡Eres tú, y con eso basta! Ve con quienes de verdad te quieren.
4. Si no puedes evitar el golpe, al menos evita la hinchazón
Habrá momentos en los que, hagas lo que hagas, no vas a poder evitar sentirte mal cuando alguien te critique. Y está bien, nadie espera que te hagas un lavado cerebral de la noche a la mañana y deje de importarte lo que piense el mundo, pero sí hay algo que puedes hacer para amortiguar el golpe: evita darle demasiada importancia.
Si eres de los que se toma todo personal, dale un giro completo a tu perspectiva o acabarás con la autoestima por el suelo. Entiende que las críticas generalmente no son un ataque contra ti, sino contra lo que haces o cómo lo haces. De manera que, si puedes darle un significado constructivo a lo que te dicen, habrás vencido el miedo y tendrás material para trabajar en tu camino de crecimiento.