Carta de un niño que hace rabietas a sus padres

Queridos mamá y papá:

Quiero empezar diciendo que realmente los amo y veo todo lo que hacen por mí.

Sé que a veces les hago la vida difícil, pero ustedes siguen haciendo todo lo posible para que yo esté bien y para mantenernos unidos.

Es un alivio que ustedes sean mis padres, y por eso quiero disculparme por mi actitud. Mi comportamiento no es correcto a veces y no puedo explicar bien por qué actúo así.

Hay momentos en los que ni siquiera soy consciente de las cosas que digo o hago, hasta que me doy cuenta de lo enojados que están conmigo. No pienso mucho antes de actuar, simplemente siento mucha rabia o quiero tanto algo que me dejo llevar.

No quiero que piensen que mi conducta tiene que ver con quiénes son ustedes como padres, o que es su culpa. No lo es, aunque a veces me gustaría que hicieran un esfuerzo por entenderme un poco más.

Entiendo que los castigos son necesarios, porque son la consecuencia de mi comportamiento, pero antes de ponerme un castigo quisiera que hablaran conmigo sobre lo que pasó. Creo que eso nos ayudaría a todos a entender qué fue lo que hice mal, por qué lo hice y cómo eso afecta a otras personas.

Hay momentos en los que solo me falta perspectiva, me refiero a ver en mi cabeza lo que podría pasar si actúo de cierta forma. Siento que, si tuviera perspectiva todo el tiempo, tomaría mejores decisiones y ustedes no tendrían que castigarme.

Quiero que mi conducta sea mejor cada día. La verdad es que no me gusta que las personas estén molestas o decepcionadas de mí. No me gusta que ustedes, los profesores y otros chicos en la escuela tengan razones para decir que soy una mala persona o que ustedes no hacen bien su trabajo.

Además, a veces me cuesta tanto disculparme… Es incómodo para todos, pero lo es más para mí, porque sé que es mi culpa.

Ustedes dos siempre están trabajando para que no me falte nada, y me siento mal por las rabietas que hago. Sé que no son justas.

Siento mucho todas las veces que les he gritado y perdido la calma mientras ustedes intentaban explicarme las cosas.

Mamá, gracias por llevarme siempre cuando te lo pido y porque sé que haces lo posible por darme las cosas que me gustan. Papá, gracias por decirme “No” cuando consideras que es lo mejor para ayudarme a tener carácter.

Mamá, papá, les agradezco mucho a los dos. Sé que ha sido difícil lidiar con mi temperamento, y que siempre buscan la forma de dar el mejor ejemplo para que sea una buena persona.

Aprecio lo duro que trabajan y cómo hacen lo que sea necesario para que yo sea feliz.

Aunque no siempre lo demuestre, los amo con todo el corazón. Sé que los dos moverían montañas por mí y no puedo imaginar mi vida sin ustedes.

Prometo mejorar mi comportamiento, pero, por favor, no dejen de guiarme sobre lo que es correcto. Aunque haya momentos en los que parece que no me interesa, no renuncian a mostrarme las cosas importantes de la vida. Sé que un día se los agradeceré más que nada.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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