Durante los primeros tres meses de vida, todos los bebés necesitan dormir entre 16 y 18 horas diarias, es por eso que durante esta primera etapa será muy común que el bebé pase mayor parte del día durmiendo.
De la calidad del sueño de cada bebé depende en gran medida su capacidad de aprendizaje y su carácter. Si el bebé no duerme lo suficiente o tiene mala calidad de sueño, estará irritable y lo expresará con llantos constantes.
¿Quieres saber qué rutinas de sueño debes promover en ti y en tus hijos para asegurar un óptimo desarrollo?
¿Cómo es el sueño del bebé?
El sueño del bebé durante sus primeras semanas de vida estará dividido en periodos muy cortos debido al ritmo de su alimentación, es decir, cada vez que necesite ser alimentado tendrás que interrumpir su sueño, a menos que él se despierte solo. A medida que el bebé crezca, las horas de sueño se irán reduciendo, también dormirá toda la noche y tomará siestas durante el día.
Después del primer año de vida, el bebé ya será capaz de dormir 11 horas seguidas durante la noche, y dormirá periodos más cortos durante el día. A medida que el bebé siga creciendo este periodo de tiempo irá disminuyendo de forma paulatina.
¿Tú bebé no duerme?
Muchos padres han encontrado problemas relacionados con el sueño de sus hijos, como por ejemplo que no duerman lo suficiente, que se despierten con mucha frecuencia durante las noches, que tarden demasiado tiempo en conciliar el sueño, entre otras dificultades.
Intentando dar respuesta a estas preocupaciones existen dos corrientes de pensamiento completamente diferentes:
En la primera, el pediatra Carlos González, en su libro Bésame Mucho, y la psicóloga infantil Rosa Jové, con su libro Dormir sin lágrimas, manifiestan que la razón por la cual los bebés no pueden dormir y lloran desconsoladamente es porque están padeciendo algún tipo de sufrimiento. De este modo, sería incorrecto no atenderlos y dejarlos llorar para que se acostumbren a dormir solos.
La segunda es muy contraria a estos argumentos. El director de la clínica del sueño Estivill, Dr. Eduard Estivill en su libro Duérmete Niño, expone que es muy importante que el bebé aprenda y se acostumbre a dormir solo, porque la solución no está en que los padres ofrezcan un consuelo constante, incluso si el bebé llora demasiado.
En virtud de que las 2 tendencias anteriores son completamente opuestas, ambas son defendidas y atacadas, porque mientras a la primera la catalogan como una práctica completamente permisiva, a la segunda la tachan de cruel e inhumana.
No obstante, el método acertado tiene mucho que ver con el carácter de los propios padres. Cada caso es diferente y la forma de afrontarla depende mucho de ello.
¿Quieres que tu bebé se duerma solo?
No se recomienda que te quedes con el bebé hasta que se quede dormido, porque entonces él asociará tu cara y tu presencia con el querer dormir. Lo mejor es que te despidas, le des palmaditas y le hables para que gane seguridad y pueda dormirse solo.
¿Cómo acostar al bebé?
Debes tener en cuenta que desde que el bebé nace, solo debes acostarlo en posición boca arriba o de costado, porque está demostrado que de esta forma se puede disminuir significativamente la muerte súbita del lactante.
También es recomendable que por las características anatómicas que poseen los bebés no es necesario que usen almohada: esta les quita espacio y dificulta sus movimientos. Además, su uso implica un riesgo que le puede causar asfixia; lo mejor es acostarlos sobre una superficie plana pero confortable.