Cómo se vive la Slow Life en la práctica?

Trabajar la atención plena, la asertividad, la espiritualidad y la gratitud son otras grandes formas de vivir más lentamente y de forma más consciente.


En el pasado artículo sobre cómo se vive la slow life en la práctica analizamos varios beneficios de adoptar esta filosofía de vida y dejamos pendientes de abordar tres de ellos.

La alimentación consciente, el equilibrio entre el descanso y la actividad, son trabajo a hacer por nosotras, pero también son efectos del concepto slow e indicadores que nos muestran cómo de efectivo es nuestro trabajo.

Vayamos ahora con los siguientes puntos.

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Atención plena como base de la experiencia

Otro de los beneficios de la filosofía slow es que la atención plena se convierte en la base de nuestra experiencia. Así las emociones dejan de dirigir nuestra vida y podemos pasar a observarlas y regularlas, tenemos más paciencia (¡Hola mamás!), vivimos más el presente, discutimos menos y somos más felices.

Es un trabajo que podemos, y debemos, hacer conscientemente al principio. No es posible vivir con atención plena sin tomar la decisión de hacerlo y repetir las acciones diariamente hasta que se convierte en una nueva forma de vivir.

Cuando se ha integrado y notamos los beneficios, logramos empatizar con las personas que todavía no han alcanzado ese punto, ¿sabes por qué? Porque somos capaces de reconocernos en sus acciones y ahí es cuando comprobamos cuánto nos ha cambiado la vida con la filosofía slow.

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Asertividad (contigo también)


La asertividad es una forma de comunicación en la que el individuo se hace respetar sin caer en términos de agresividad.

Es un término que se está poniendo muy de moda en el entorno empresarial porque nos estamos dando cuenta de que sin una comunicación respetosa, firme, fluida y preparada, las reuniones no son efectivas y los acuerdos no se alcanzan.

Ahora imagina lograr comunicarte mejor con tu pareja, tus padres, tus hijos, tus compañeros de trabajo y, por supuesto, ¡también contigo!

Imagina pedirte exactamente las cosas que necesitas e imagina responsabilizarte de tus actos sin caer en la culpa o los reproches.

La asertividad implica aprender a decir no, poner límites y respetar nuestras necesidades. Es un trabajo y también una consecuencia lógica de la slow life.

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Nutre tu espiritualidad


Este es uno de mis beneficios preferidos de la slow life y, claro está, una de las medidas que más propongo a las personas que me preguntan cómo adoptar esta filosofía de vida. Y es curioso porque espiritualidad y slow life no tienen por qué ir ligadas.

En función del concepto que tengamos de espiritualidad, vamos a ver más o menos clara la relación con la filosofía slow; pero definitivamente algo que para mí va de la mano, para muchas personas no es así.

Desde mi punto de vista la filosofía slow es necesaria para cualquier persona que quiera nutrir su espiritualidad. Debido al ritmo de vida que llevamos, o paramos y hacemos silencio, o no hay forma de conectar.

La otra cara de la moneda es que, cuando sí logramos abrir espacios, hacemos silencio y conectamos con la presencia, la espiritualidad aflora sola.

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Espacio diario para la gratitud


La filosofía slow te va a ayudar a conectar con la gratitud. Al principio será un trabajo que harás conscientemente. Todos los días, en algún momento, querrás conectar con la gratitud, pensar en todo lo ocurrido en el día y agradecer de corazón lo que te ocurre y lo que no te ocurre.

Con esa intención nació el Diario Espiritual Spiritual Time, por cierto.

Sin embargo, con el paso del tiempo será una sensación que llegará sola siempre que hagas silencio o logres conectar con esa energía divina que somos.

Te sorprenderás pensando en lo afortunada que eres mientras ves un paisaje, observas a tus hijos dormir o riegas tus plantas. Y esta sensación te invitará a bajar más el ritmo, abrir más espacios de conexión y ser más consciente de lo afortunada que eres.

Así es como la espiritualidad alimenta la slow life y la slow life hace posible la espiritualidad.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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