Los salmones encuentran su camino contra la corriente, saltando una y otra vez sobre los surcos bloqueados hasta que encuentran la zona en donde la corriente es más fuerte. De alguna manera saben que esta corriente de agua los llevará a un sitio libre de obstáculos. Es ahí en donde se meten a como dé lugar sabiendo que aunque la travesía es difícil, el camino está despejado.
Así también es en nuestra vida diaria, cuando nos enfrentarnos a las adversidades internas y externas en nuestro tránsito por este camino. Pero si te das cuenta, al final siempre se impone el pasaje seguro, el que está claro y despejado. Es entonces cuando sentimos ese rayo de luz que nos ilumina con gran intensidad que nos devuelve la confianza en nosotros mismos haciéndonos sentir la fuerza interna que despierta, haciendo que salga a flote todo nuestro esfuerzo y nos volvemos a sentir fuertes ¡poderosos!
Muchas veces somos nosotros quienes bloqueamos los diferentes caminos que se nos ofrecen, porque no vemos que están a nuestra disposición otras veredas, que aunque no conocemos siempre podemos tomar, pero estamos tan acostumbrados a lo cotidiano, a lo conocido que nos da miedo probar diferentes senderos. Se nos hace más fácil pasar solamente por el borde, y no adentrarnos. Evitamos meternos a fondo en esos extraordinarios pasajes que ni nos imaginamos que pueden estar más despejados, más tranquilos, llenos de mejores enseñanzas que el camino habitual.
El Camino Es Difícil Pero Siempre Se Puede Despejar
En este sentido, el salmón es un ejemplo de persistencia, nos muestra que podemos insistir una y otra vez hasta que encontremos el camino que nos va a permitir recorrer un camino libre de obstáculos. Al encontrarlo, nuestro trabajo es reforzar el fortalecimiento externo e interno de nuestro espíritu.
Y cuando lo logramos, cuando por fin estamos caminando por ese paso libre, vamos a poner a prueba nuestra pasión por obtener lo que queremos, lo que realmente nos llena, el saber que las caídas que nos han provocado los obstáculos no son mas que pequeñas piedras que podemos patear para llegar a nuestro destino final. Es una forma de estar seguros que nos podemos levantar ante cualquier circunstancia que se nos atraviese y que nos resulte difícil de entender, es aprender que podemos mirar las situaciones de la vida tal como son, sin permitir que nos hagan daño.
“Muchas veces somos nosotros quienes bloqueamos los diferentes caminos que se nos ofrecen…”
¿Cuántas veces elegimos un camino que no nos llevó a ningún lado?, y sin embargo, con muchos esfuerzos salimos de ese laberinto que uno mismo creó y otra vez, volvemos a cometer los mismos errores a sabiendas que estamos equivocándonos de nuevo. Aunque nos parezca diferente, nos estamos engañando, no aceptamos que nos equivocamos y seguimos ahí tratando lo imposible. Querer cambiar lo que ya está marcado en vez de regresar y tomar otro sendero, ¿te ha pasado?
Siempre es posible encontrar tu centro y analizar qué estás evitando, tomar decisiones importantes es parte de tu vida, recuerda que no solamente es recibir sino también se trata de dar.
QUÉ PUEDES HACER PARA DESPEJAR TU CAMINO DE OBSTÁCULOS:
Se honesto contigo mismo, es decir, mira las situaciones de la vida tal y como son y mejora lo que puedes mejorar.
No te sientas obligado a dejar de ser quien eres por adaptarte a los demás.
Se fiel a tus principios y valores, sin que te dejes arrastrar por lo que no te gusta
Confía en ti, tu yo interno lo sabe todo, solamente voltea hacia tu interior.
Mantén siempre tu equilibrio, es la clave para que tu brújula emocional siempre esté en el rumbo correcto.
No es fácil, todos lo sabemos, pero ahí está tu reto, aprender a no negar quien eres, las circunstancias adversas te van enseñando a honrar al Ser Interno que mora dentro de ti y que solamente está esperando en que confíes y fluyas con la vida. Sábete que puedes elegir de todos los caminos que se te presentan para vivir en armonía con los demás y contigo mismo, cada día que amaneces siente el poder infinito de que tienes a tu alcance un camino libre de obstáculos que se abre ante ti.