No sabía qué sería de mi vida después de que ella se fuera. Estaba perdido. No tenía un rumbo fijo y mucho menos un plan a seguir. Ella era mi vida. Recordaba con dolor esos momentos felices que compartimos cuando empezó nuestra relación: cartas de amor, flores en la puerta de su casa, viajes por la ciudad mirándonos como tontos, travesuras e inocentadas que nos hacían sentir como niños. ¿Qué pasó?, ¿qué la hizo cambiar? Descubrí mensajes con otro hombre y sentí que el mundo se me derrumbó. No quería perderla, así que doblegué mi ser y me dejé humillar. Sus palabras dulces y amorosas pasaron a ser reclamantes y ofensivas. No me quería con nadie más pero le fastidiaba estar conmigo. Fue tanto el dolor que decidí cortarla. Me sentí tan humillado y poca cosa después de no verla conmigo, hasta el punto de pensar que no era suficiente para mí y para nadie. ¿Autoestima? Era una palabra desconocida para mí, hasta que alguien me enseñó qué era el amor propio. Recordé todo lo bueno que soy y las cosas buenas que tengo para dar al mundo. Sigo en búsqueda del amor propio y con ayuda del doctor Walter Riso siento que voy por un buen camino.Reflexión de un enamorado que se humilló por amor
Quererme para quererte
Fortalece tu autoestima y libérate de apegos
El primer paso para disfrutar de un amor de pareja saludable, pleno y sin sufrimiento es amarse a sí mismo.
Recuerda, es necesario:
– No confundir el amor con dependencia
– Fortalecer la madurez emocional
– Comprender y poseer amor propio
– Mejorar el autoconcepto
– Dejar de ser un esclavo del amor
– Identificar el enamoramiento