Qué son las reacciones psicosomáticas?
Las reacciones psicosomáticas son los pensamientos y emociones que acompañan a síntomas físicos visibles (como una erupción en la piel) y/o sensaciones corporales de malestar (p.ej. dolor, náuseas) antes o durante una situación de estrés.
¿Son frecuentes?
Estas reacciones son frecuentes, en algunas personas son muy leves y en otras muy perturbadoras. En los niños, a temprana edad, se observan mucho más, pues la autorregulación de las emociones se va aprendiendo con la maduración emocional durante el desarrollo de la infancia.
¿Cómo se originan?
Es en el cuerpo, donde se sienten las emociones. Para sentirlas fabricamos sustancias que tienen diversos efectos en el organismo. Pueden ser, entonces, reacciones pasajeras o transformarse en un “trastorno de síntomas somáticos” (DSM-5) cuando persisten en el tiempo, alterando el funcionamiento de algún órgano o sistema.
¿Cómo me doy cuenta?
La afección en el cuerpo es real y el síntoma es involuntario.
El síntoma aparece al mismo tiempo que el evento estresante o cuando se anticipa el mismo.
Por el síntoma se evita la situación de estrés, pues muchas veces el resultado es que la persona se ve impedida de afrontar la circunstancia.
Cuando aflora el síntoma, se recibe mayor atención o preocupación en el entorno.
Desde la medicina se cumplen los tratamientos habituales y el cuadro reaparece ante determinadas situaciones-estímulo.
¿Cuáles son más habituales?
Los vómitos, dolor abdominal, colitis, náuseas, ardor de estómago, gastritis, acidez.
El asma y los espasmos del sollozo.
Las cefaleas, dolores y sensaciones diversas en la cabeza.
Los mareos y desmayos.
Los tics.
Los cambios bruscos en el apetito: inapetencia – hambre voraz, anorexia y bulimia.
La alteración en los procesos de eliminación: enuresis, encopresis, constipación, diarrea.
Las alteraciones del sueño: Insomnio, sonambulismo, terrores nocturnos, despertares intermitentes.
¿Cuáles son las consecuencias de las enfermedades psicosomáticas?
Se genera en el organismo un daño que se podría evitar.
Hay un desgaste de tiempo y dinero en reiteradas consultas médicas –muchas veces en servicios de guardia o urgencia- y estudios complementarios.
Se produce un elevado nivel de ausentismo escolar.
Se descontinúan las actividades sociales y grupales.
Se construye una autoimagen de debilidad y vulnerabilidad.
¿Es importante el entorno de los niños para que aparezcan o permanezcan las reacciones psicosomáticas?
Los síntomas psicosomáticos infantiles aparecen mayormente en familias donde:
Hay sobreprotección hacia los niños, tratándolos como si fuesen débiles.
Se demuestra notable preocupación, ocupación, atención hacia las enfermedades.
Estar enfermo agrega actividades exclusivas con los adultos, beneficios extra y mayor benevolencia.
Hay dificultades en la comunicación en general, la manifestación de los afectos, y la expresión de las emociones.
Se tiende a negar los conflictos y hay inconvenientes para resolver problemas.
Alguien importante para la familia padece o ha padecido una enfermedad grave o terminal.
¿A quién acudo?
Ante estos síntomas, la primera consulta debería ser al médico pediatra (en caso de presentarse en niños), o al médico general (en caso de tratarse de adultos), quien considerará el origen o causa orgánica del mismo o lo descartará.
Luego, si se descarta la organicidad, o bien se considerarán los factores psicoemocionales como responsables de desencadenar o mantener los síntomas, pues lo adecuado sería la consulta con un profesional de la salud mental especializado en la temática.
¿Cómo puedo apoyar?
Generando un clima donde la actitud general sea comprensiva y de escucha.
Trabajando la comunicación: escucha y habla adecuadas.
Haciendo emocionalmente neutra mi atención respecto de síntomas.
Centrándome en las muestras de salud, antes que en las de enfermedad.
Hablando menos de enfermedades y síntomas.
Premiando el abandono de la preocupación.
Favoreciendo la recuperación de las actividades del niño.
En el caso de los niños, es fundamental que el niño perciba -por las actitudes de la familia- que estar enfermo no es una manera de obtener cariño de sus padres y, por ello, que las expresiones de afecto lleguen habitualmente, en la plenitud de la salud.