Eres responsable de tu propia felicidad


En este mundo no hay nadie igual a ti. Tienes una forma particular de ver el mundo y, sobre todo, de verte a ti y a partir de ello relacionarte con los otros y con el entorno. Esa singularidad específica de cada uno, nos define en responsabilidad por nuestra propia felicidad.
Somos tan felices como decidimos serlo

La experiencia emocional subjetiva es un fenómeno particular del que solo puede dar cuenta cada persona. Aquello que sientes constituye una vivencia personal fenomenológica, es decir, es algo que sólo tú puedes experimentar.

Inclusive, por mucho que quisieras comunicar tu estado emocional, no logras más que mostrar una expresión gestual o verbal para emitir el mensaje, será escuchado por la otra persona desde lo que percibe en ti y desde los sesgos de su realidad. Esto, en realidad, no tiene contacto real con tu emoción sino con aquello que aprehende de lo que percibe en tus manifestaciones.

A pesar de esta realidad subjetiva, muchas personas siguen asumiendo que su estado emocional depende de cómo se relacionan con los demás. En el libro Usted Puede ser Feliz (1988), el Dr Albert Ellis señala que, si los seres humanos fuésemos capaces de reconocer nuestra propia capacidad de controlar y regular nuestros propios pensamientos y emociones, entonces el sufrimiento humano y la perturbación emocional serían completamente innecesarios.

Ellis señala que podemos experimentar sentimientos dolorosos ante situaciones negativas, pero que eso no tiene porqué afectar nuestra felicidad. Reconocer que las cosas no salen, necesariamente, como uno espera es una forma de prepararnos ante la adversidad y asumir con pertinencia las dificultades que se presentan en nuestro camino.

Reconocerte como arquitecto de tu propia felicidad te debe poner en camino a trabajar en ti mismo para ser feliz.

Es un irresponsable emocional quien busca fuera de sí las razones para sentirse feliz

Asumir la responsabilidad de sí mismo es una forma de darle un norte adecuado a la propia vida. Proponerse metas racionales que sean viables, trascendentes y generadoras de bienestar es el primer paso para prepararse en la búsqueda de ser feliz.

Según el Dr Ellis, las metas ligadas a la búsqueda de la felicidad se basan en la idea de tener relaciones adecuadas con los otros, procurar obtener los logros esperados y adaptarse a las condiciones de vida con que nos topamos.
Procurar relaciones armónicas con los demás

Somos seres sociales por naturaleza, y en gran medida esperamos tener relaciones saludables con las personas con quienes interactuamos. Las relaciones armónicas con la familia, los amigos, compañeros y demás personas con quienes nos topamos en la vida, nos brindan un ambiente de confianza y seguridad al estar rodeados de personas que constituyen redes de contacto y apoyo emocional.
Mira aquí a Rodrigo Mazo en su Webinar “Porque te quiero te celo”

Sin embargo, pretender tener buenas relaciones con los demás no debe constituirse en una marcada necesidad de aprobación. Llevarnos bien con los otros no debe ser sinónimo de sacrificios personales para ganar su aceptación. Quién decida mantener una relación cordial contigo, siendo tú, merece toda tu atención.
Trabajar por obtener logros esperados

Cuando nos proponemos metas también debemos definir estrategias que nos orienten a su consecución. Conseguir aquello que se pretende nos llena de alegría por ver recompensado el esfuerzo puesto para lograrlo. Cada logro obtenido nos impulsa hacia metas más trascendentes en una búsqueda permanente de superación.

Pero, los logros no deben ser producto de sacrificios o costos altos que opaquen lo que nos proponemos. Ponerse una meta y trabajar por ella aumenta la probabilidad de obtener el éxito, pero que no lo garantiza; es una forma realista de aceptar que no siempre las cosas tienen que salir como se espera. Los fracasos en la vida nos deben impulsar a nuevas búsquedas en procura de la felicidad.
Adaptarse a las condiciones de vida que afrontamos

Cada uno de nosotros aspira a vivir en condiciones que resulten fáciles, gratificantes y generadoras de bienestar. Quisiéramos que no existieran los problemas y trabajamos para crear condiciones satisfactorias en nuestra vida. En eso invertimos gran esfuerzo y dedicación en nuestras labores.
Las condiciones plenas de satisfacción no existen

Necesariamente debemos afrontar dilemas y conflictos que nos llevan a desarrollar estrategias de afrontamiento para salir adelante. El mundo es como es, no como quisiéramos que fuera, por lo que es más racional buscar cómo adaptarnos a lo que sucede, que esperar a que el mundo se adapte a nosotros. La búsqueda de soluciones a nuestros problemas de alguna manera dinamiza la existencia.

Es cuestión de creer en nosotros mismos y asumir que somos artífices de nuestra propia felicidad. No se debe buscar en el entorno lo que podríamos encontrar si mirásemos dentro de nosotros mismos…
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente