La llegada del virus afectaría nuestra forma de trabajar, estudiar, entretenernos y relacionarnos.
El ritmo de vida acelerado, lleno de actividades sociales, culturales, reuniones familiares, rumba, trabajo y estudio al que los colombianos están acostumbrados se verá afectado durante los próximos meses por la llegada del coronavirus.
De llevar una vida laboral, social, familiar, escolar y universitaria activa, la presencia del virus provocará que muchos opten por refugiarse en sus casas, cambiando por completo su forma de vivir, como ya sucede en los países en los que el covid-19 tiene fuerte presencia.
De hecho, estos cambios se empiezan a notar. Cientos de empresas han llamado a sus empleados al teletrabajo o turnos laborales rotativos; universidades como Los Andes, la Nacional y la EAN ya tienen un protocolo de clases virtuales; colegios como el Nueva Granada y el Liceo Francés anunciaron que llevarán a cabo sus clases online desde el lunes 16 de marzo. Otros, como el Gimnasio Moderno, tendrán un par de días sin clase mientras se preparan para esta emergencia.
No se descarta que ese fenómeno se extienda cada vez a más colegios, empresas y universidades. La muestra de ello es el anuncio de la Secretaría de Educación de Bogotá de ajustar los programas académicos para que se puedan realizar a distancia, medida que se replicaría en el resto del país en los próximos días.
Esta no deja de ser una dificultad, si se tiene en cuenta que, de acuerdo con un reciente estudio de la Universidad Javeriana, el 96 por ciento de los colegios públicos del país no está preparado para implementar clases virtuales.
Estudiar y trabajar en casa representa un fuerte choque, en especial en aquellos hogares en los que el cuidado de los menores pueda interferir con actividades laborales de los padres, o en estratos bajos, donde hay niños que reciben su único alimento en los colegios.
Pero también el ocio se ha visto afectado. Eventos de gran magnitud como la Feria del Libro y conciertos como el Jamming Fest han sido suspendidos, cancelados o reprogramados. Cada vez son más personas las que prefieren estar en sus casas en lugar de ir a bares, teatros, cines y restaurantes. Toda esta tendencia seguramente irá en aumento a medida que el virus se extienda.
Se prevé que la emergencia sanitaria se extienda por varios meses, por lo que el tiempo libre deberá ser ocupado en actividades de entretenimiento en casa como leer, hacer uso de plataforma streaming, compartir en familia, videojuegos, entre otros.
Acciones cotidianas como ir a una tienda o supermercado para hacer compras podrían cambiar, dado el riesgo de contagio. Adquirir alimentos y elementos de aseo para permanecer en casa el mayor tiempo posible será cada vez más común.
De hecho, las compras masivas ya son una realidad en países como Estados Unidos, donde escasean algunos productos. Las autoridades sanitarias, así como comerciantes, han hecho un llamado para no generar pánico colectivo y desabastecimiento.
La decisión de permanecer más tiempo en casa llevaría a potenciar el uso de canales digitales para hacer todo tipo de transacciones, como compras y pagos de servicios públicos en línea. Para todo ello, se requiere de acceso a equipos tecnológicos e Internet.
Todo este gran cambio social, cultural y económico se extendería por varios meses, por lo que lo mejor es prepararse con tiempo y tomar las cosas con calma.