¿Alguna vez has notado a personas buenas cuya opinión no se toma en cuenta? Siempre ayudan, brindan apoyo y aguantan sin guardar rencores, pero muchas veces las desprecian y se quedan solas.
Los psicólogos creen que se debe a ciertos errores de conducta. te cuento de qué errores se trata.
Sacrificios innecesarios
Sacrificas tus necesidades por el bien del mundo. Y el mundo simplemente no se da cuenta de eso. Y cuando te molestan, te sientes mal por el ofensor. Con esta actitud te volverán a lastimar una y otra vez.
No temas avisarle al mundo si estás inconforme. Tal vez no le cuesta nada cumplir tu petición. Pero nadie valorará tus sacrificios.
Falta de auto respeto
No sientes cuando te empiezan a agredir. O cierras los ojos a todas estas inconformidades pequeñas. Pero esto no hará que los groseros te quieran y te respeten. ¿Así que qué caso tiene aguantarlo?
Si alguien se comporta como si no le importaras, quiere decir que no le importas. Y no busques justificaciones para las personas groseras. Respétate.
Dependencia de la aprobación
Las personas que patológicamente necesitan la aprobación, subconscientemente sienten y transmiten que algo está mal con ellas. Y aquellos que están mal, por lo general, no le gustan a nadie.
Deja de esperar elogios. No necesitas que te digan que eres buena persona para serla. No temas a la crítica. La gente siempre te criticará sin importar lo que hagas. Por lo tanto, lo que debe importarte es tu opinión acerca de ti mismo.
Buscar problemas solo en ti mismo
Crees que automáticamente cualquiera tiene razón menos tú. Te echas la responsabilidad por lo que sucede alrededor. Nadie te dirá gracias por esto. Pero sí pueden agregarte problemas.
Buscar culpables no es algo productivo. Y atormentarte todo el tiempo no te agregará ni amor, ni compasión por parte de los demás. Es mejor enfocarte en buscar la solución para tus problemas.
Auto elogios
Mencionar tus ventajas, suplicando por respeto es igual a mendigar, y es el error principal de una relación dependiente. Convenciendo a los demás de que eres una buena persona, solo les provocas repulsión. Incluso si de verdad eres una buena persona.
Existe una manera de mostrar que vales algo: es valer algo. Para esto, es importante que te lo creas tú mismo. Cuando te sabes valorar, no necesitas demostrarle nada a nadie.
Miedo a decir "no"
No quieres ofender a nadie ni siquiera si esto te provoca incomodidad. Pretendes que todo está bien para que los demás no piensen que te sientes incómodo. Y, como resultado, te sientes incómodo.
No temas decir "no". Porque incluso las personas más agradables querrán usarte si se lo permites. Ayuda sólo cuando de verdad quieres y puedes ayudar.
Ignorar tus intereses
Estás acostumbrado a ajustarte a las necesidades de los demás y no puedes sentir tus propios deseos. No decides por ti, aceptas los deseos ajenos por los tuyos. Desde lejos puede parecer que se trata de la incapacidad de tomar una decisión, impotencia más que bondad.
Aprende a escuchar tus deseos y no temas ofender a nadie. Probablemente tus miedos sean inventados, y siempre podrás encontrar una solución sensata.
Falta de límites de lo accesible
Perdonas porque se te hace más fácil perdonar que defenderte. Cuando alguien te falta el respeto, en tus pensamientos justificas a tu defensor.
Necesitas tus propios límites de lo accesible. Y no le permitas a la gente que los cruce. A aquellos que no tienen límites de lo accesible, no los respetan, sin importar sus méritos.
Miedo a estar solo
Conviertes la relación en un culto, te sacrificas y este comportamiento se te hace cómodo. Atraes a los tiranos, narcisos y egoístas porque permites que se aprovechen de ti, porque así sientes que alguien te necesita.
No tienes que elegir entre una relación y tu dignidad. Si esta elección tiene lugar, quiere decir que algo salió mal. Sé más valiente, no temas a los cambios. Toma tu soledad como libertad y no estarás solo durante mucho tiempo.
La noción de que el respeto se debe merecer
No aceptas la idea de que se te puede respetar solo porque sí. Sientes incomodidad en una relación igual porque estás seguro de que el respeto se debe merecer primero. Solo sientes que vales algo cuando das algo.
No necesitas "comprar" el amor y el respeto. Aprende a simplemente amar y aceptar el amor sin condiciones, como el aire.