La ética debería ser lo normal, no un adjetivo

El banquero Joan Antoni Melé habla sobre cómo la banca y en general las empresas deben tomar sus decisiones basadas en el impacto en la sociedad. 


Joan Antoni Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia. 

Colombia es uno de los países de América Latina en donde empezará a desarrollarse el proyecto de ‘Banca Ética’ cuyo objetivo es financiar iniciativas que tengan impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.

El banquero catalán Joan Antoni Melé, presidente de la Fundación Dinero y Conciencia y promotor de la banca ética en América Latina, participó la semana pasada en la Convención Bancaria, escenario en el que habló con Portafolio. 

¿Qué es banca ética?

Todas las industrias deberían serlo pero no lo son, porque no miran el impacto que tienen sus decisiones en el mundo y en las otras personas. Un banco es un intermediario que recibe dinero de ahorro y lo invierte en proyectos. Una banca ética es aquella que define previamente los criterios para invertir, por supuesto que hay que ganar dinero, pero no es solo eso, hay que hacerlo respetando a todas las personas y el planeta. Este concepto invierte en empresas que aporten valor a la cultura, al sector social o al medio ambiente, entre otros. Puede parecer poco, pero es la guía para invertir en más de 120 sectores. 

¿Qué otros criterios tiene en cuenta?

Aparte de que impacten positivamente al mundo y a las personas, lo segundo es la transparencia radical, tener una auditoría externa que diga que es real lo que estamos haciendo, transparencia de cara a los clientes, a los trabajadores, para que sepan cómo se están tomando las decisiones. Lo de ético no debería ser un adjetivo, sino lo normal. Hay bancos que están ganando mucho dinero haciendo distintas inversiones de impacto, pero también invirtiendo con efecto negativo.

¿Qué tanto eco tiene?

En Europa ha tenido mucho éxito, particularmente en España, hay un despertar de la conciencia de la gente, porque cada vez se busca más lo que es humano y vamos a demostrar que en América Latina también se podrá hacer. La tecnología ya existe, la parte humana es lo que está haciendo falta. Nuestro objetivo no es ganar millones rápidamente, sino ayudar a cambiar el mundo.

¿Qué necesita un banco para ser más ético?

El primer paso es que la empresa intente ser 'B Corp' (compañías que son certificadas por basar sus decisiones no solo en los retornos financieros sino en su impacto en la sociedad), haciendo un test que les sirve para saber cuál es su estado. A veces el miedo y las prisas no les permiten cambiar, pero ese modelo les deja saber hacia dónde moverse.

¿Cuál debe ser la relación con los grupos de interés?

Como hasta ahora, pero tiene que haber capitalismo consciente, es decir que el ser humano sea más visible. Un tema son las grandes diferencias salariales, en realidad no importa que gane mucho quien sea el mejor pago, pero sí preocupa si la persona que menos gana tiene cómo vivir. No digo que todos ganen igual, pero hay que pensar en esto, cómo se puede tener gente motivada si lo que obtiene no le da para vivir. Hay que poner más conciencia en los equipos directivos también cuando se están fijando los planes del año, el fin no puede ser que quieren crecer X por ciento, tienen que ver es qué van a aportar al mundo. Si no lo saben, pues deben pedir ayuda y perder el miedo a que solo se debe tener buenos resultados. Además, la pregunta no puede ser que si se es responsable se gana más. Hay que serlo porque así debe ser, y si lo hacen bien, eso se verá en los resultados.

¿Cómo cambiar esa mentalidad?

Ese cambio de mentalidad, que trae el capitalismo consciente, es saber uno como persona, qué quiere hacer con su vida y qué quiere dejarle al mundo. Luego, qué quiero hacer con mi empresa y cómo quiero que haga su aporte al planeta. El propósito de la compañía no es ganar mucho, sino crear algo nuevo y positivo, y el resultado de eso (si se hace bien), es que se gana dinero. Una cosa es el propósito y otra el resultado, si se invierte el orden hay problema, porque esto no se hace para ganar, sino porque es la responsabilidad en el mundo. Hoy tenemos que invertir en seguridad lo que no invertimos en conciencia.

Pero con la Industria 4.0 hemos visto empresas que buscan cómo pagar menos impuestos y casos en los que se ha dado una precarización del trabajo…

Una de las cosas que tendremos que reclamar es la transparencia y crear un movimiento cultural de utilizar el dinero conscientemente y no dejarse seducir de las tecnologías. No estoy en contra de estas, sino de su uso inconsciente. La tecnología nos da la oportunidad de transparencia, otros la usan para la opacidad, pero cada quien tendrá que decidir. Por ejemplo, la tecnología da la trazabilidad para un consumo responsable.

¿Cómo garantizar el éxito de la banca ética, si las demás industrias no necesariamente lo son?

No se trata de ir en contra de todo lo demás, sino de ir favoreciendo lo que es positivo. Todo cuesta y toma tiempo, pero es posible, hemos hecho un estudio para saber si es viable hacer esto en América Latina y lo es. Ahora, estamos haciendo un desarrollo de prefactibilidad en cada país sobre cuáles son los sectores más convenientes para apoyar, porque no podemos enfocarnos en los 120 sectores que ya tenemos, habrá que apuntarle a unos ocho o 10. Queremos financiar cosas relacionadas con cultura, educación, sociales y medio ambiente, hemos visto temas de turismo que respeta el desarrollo social.

Justamente, ¿qué están haciendo en América Latina?

Ya estamos en varios países, con distinto nivel de avance, por ejemplo en Chile ya nos encontramos trabajando para obtener una licencia bancaria. En Colombia estamos creando equipo, vamos a necesitar banqueros, gente experta en el sector de distintos ámbitos, que de momento quieran colaborar voluntariamente porque aún no tenemos ingresos, pero confiamos que al cabo de un año ya podamos contar con recursos.

¿Qué sigue ahora?

Queremos empezar a actuar el próximo año financiando proyectos, aunque no será por medio de un banco, sino de las 'fintech'. En Chile hemos trabajado con 'crowdlending' y ya estamos en el proceso de pedir licencia bancaria, y la idea es hacer lo mismo en otros países, para que al cabo de tres años todo esté bajo el mismo paraguas. Vamos a crear un fondo para invertir en Latinoamérica, estamos en proceso de decidir en qué país nos vamos a ubicar que nos permita canalizar los recursos a toda la región. En Colombia hemos detectado que es muy importante el desarrollo de la agricultura orgánica, el turismo rural comunitario, la construcción de vivienda social con criterios de eficiencia energética y la educación.

¿Cuánto esperan levantar?

En principio serán entre 20 y 30 millones de dólares, podría ser en una o varias fases. Lo primero es probar a ver cómo funciona, pero hay un abanico grande de inversionistas que están dispuestos, desde 'family offices', entidades europeas y organismos multilaterales.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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