En la era tecnológica
que vivimos nos comunicamos por email, WhatsApp, redes sociales, y nos
olvidamos que hay veces, y en determinados negocios, que es necesario descolgar
el teléfono y llamar.
¿Cuántas veces he comentado a alguien de mi equipo que hay cosas que no se pueden contestar por email?
Muchas…
Vamos a lo cómodo y rápido. Nos olvidamos que somos personas y necesitamos hablar por teléfono, vernos directamente. Nos permita expresarnos mejor, empatizar y mostrar nuestras emociones.
La naturaleza humana tiene que entrar en juego.
Lo fundamental en los negocios es conectar con la gente: clientes, colaboradores y equipo.
Los mejores vendedores salen a la calle, no se quedan detrás de un escritorio. Cuando gustas y la gente confía en ti, las ventas vienen solas. Vendes relaciones.
Dependiendo del infoproducto o servicio que vendas, el cliente quiere que estés detrás para atenderlo, te ha comprado a ti.
Muchas veces delegamos tanto que solo se nos ve la cara en el webinar cambia vidas, en la publicidad, y en las imágenes de la página web.
Hay cosas que no se deberían delegar, bajo mi punto de vista.
Algunos me preguntan si soy yo el que escribo los emails que te envío casi cada día. ¡Claro que soy yo! Si me escribes te contesto (excepto a las chorradas), si no haz la prueba.
Esto no quiere decir que de asesoramiento gratuito. Ni soy el consultorio de Elena Francis.
Necesito saber de mis clientes.
Escucharlos, entender qué les preocupa y cómo ayudarlos para mejorar sus negocios. Y no me vale lo que me cuenten los demás, necesito leerlo o escucharlo yo mismo.
Si es necesario llamar por teléfono a un cliente, lo hago. Si con la página de ventas no es suficiente y tengo que descolgar el teléfono para aclarar dudas a un futuro cliente, lo hago.
No se me caen los anillos por conectar directamente.
Muchos se sorprenden cuando al otro lado del teléfono estoy yo. Piensan que debo estar en la playa debajo de un cocotero y engrosando la cuenta bancaria. ¡Qué aburrido!
Si mi servicio de mentoring 1 a 1 para emprendedores, o las mentorías que hay dentro de la Escuela Digital, las impartiese alguien de mi equipo, o el alumno más aventajado...
¿Crees que esto es lo que ha comprado el cliente?
El cliente me quiere a mí en las mentorías 1 a 1 para emprendedores, y en las de la escuela Digital. Quiere que sea yo el que le conteste los emails con dudas sobre su proyecto.
No ha contratado a un alumno aventajado de mi escuela, ni a otro colega de profesión.
Mientras no cambie de opinión, soy el formador principal y mentor en mi Escuela Digital.
¿Cuántas veces he comentado a alguien de mi equipo que hay cosas que no se pueden contestar por email?
Muchas…
Vamos a lo cómodo y rápido. Nos olvidamos que somos personas y necesitamos hablar por teléfono, vernos directamente. Nos permita expresarnos mejor, empatizar y mostrar nuestras emociones.
La naturaleza humana tiene que entrar en juego.
Lo fundamental en los negocios es conectar con la gente: clientes, colaboradores y equipo.
Los mejores vendedores salen a la calle, no se quedan detrás de un escritorio. Cuando gustas y la gente confía en ti, las ventas vienen solas. Vendes relaciones.
Dependiendo del infoproducto o servicio que vendas, el cliente quiere que estés detrás para atenderlo, te ha comprado a ti.
Muchas veces delegamos tanto que solo se nos ve la cara en el webinar cambia vidas, en la publicidad, y en las imágenes de la página web.
Hay cosas que no se deberían delegar, bajo mi punto de vista.
Algunos me preguntan si soy yo el que escribo los emails que te envío casi cada día. ¡Claro que soy yo! Si me escribes te contesto (excepto a las chorradas), si no haz la prueba.
Esto no quiere decir que de asesoramiento gratuito. Ni soy el consultorio de Elena Francis.
Necesito saber de mis clientes.
Escucharlos, entender qué les preocupa y cómo ayudarlos para mejorar sus negocios. Y no me vale lo que me cuenten los demás, necesito leerlo o escucharlo yo mismo.
Si es necesario llamar por teléfono a un cliente, lo hago. Si con la página de ventas no es suficiente y tengo que descolgar el teléfono para aclarar dudas a un futuro cliente, lo hago.
No se me caen los anillos por conectar directamente.
Muchos se sorprenden cuando al otro lado del teléfono estoy yo. Piensan que debo estar en la playa debajo de un cocotero y engrosando la cuenta bancaria. ¡Qué aburrido!
Si mi servicio de mentoring 1 a 1 para emprendedores, o las mentorías que hay dentro de la Escuela Digital, las impartiese alguien de mi equipo, o el alumno más aventajado...
¿Crees que esto es lo que ha comprado el cliente?
El cliente me quiere a mí en las mentorías 1 a 1 para emprendedores, y en las de la escuela Digital. Quiere que sea yo el que le conteste los emails con dudas sobre su proyecto.
No ha contratado a un alumno aventajado de mi escuela, ni a otro colega de profesión.
Mientras no cambie de opinión, soy el formador principal y mentor en mi Escuela Digital.