Test: ¿eres una hipermadre?

Responde a estas 10 preguntas rápidas y descubre si eres una madre muy protectora con tus hijos o por el contrario les dejas libertad y que resuelvan sus problemas por sí mismos.
1. ¿Antes de que nacieran, ya tenías un plan trazado para las vidas de sus hijos? 
SÍ   NO 

2. ¿Tu agenda familiar la marcan las actividades de los hijos? 
SÍ   NO 

3. ¿Nota que en tu día a día, no llegas, ni tú ni tus hijos? 
SÍ   NO 

4. ¿Les ayudas (o haces los deberes) con ellos por sistema? 
SÍ   NO 

5. ¿Les has excusado diciendo: "Es que tiene una baja tolerancia a la frustración"?
SÍ   NO 

6. ¿Los presionas para que hagan las actividades que tú quieres que hagan?
SÍ   NO 

7. ¿Discrepas a menudo con los maestros y/o entrenadores de tus hijos? 
SÍ   NO 

8. Con frecuencia, ¿hablas en plural cuando te refieres a tus hijos?
SÍ   NO 

9. Tus hijos, ¿tienen profesor de repaso aunque no lo necesiten?
SÍ   NO 

10. ¿Cuelgas con asiduidad fotografías de tus hijos en las redes sociales? 
SÍ   NO 

Si has contestado SÍ a más de 4 preguntas (en especial, la 1, la 5, la 7 y la 9), cumples con el canon de hipermadre. Quizás te convenga seguir los siguientes consejos y así dejarlos más a su aire.

El conocido como underparenting, es el antídoto para los padres que están demasiado pendientes de sus hijos.

1. Que la lleven ellos. 
Se puede empezar con algo tan simple como es la mochila: dejar de cargarla cada vez que se recogen a los niños en la escuela. Este gesto les invitará a potenciar su autonomía y sentido de la responsabilidad. 

2. Los deberes, suyos. 
Hay que dejar de hacerlos con ellos por norma (y, por supuesto, de hacerles los deberes). 

3. No eres su asistente. 
Hay que ayudarles a organizar su tiempo y sus tareas y, en caso de dudas, indicarles cómo resolverlas, pero no convertirse en su asistente personal en una cuestión en la que ellos son responsables. 

4. Evitar el nosotros. 
En casa, hay que dejar de preguntarles todo, por sistema, a los hijos y no usar el ("hemos aprobado", "hemos perdido", etc. cuando nos referimos a ellos. 

5. Dejarles su espacio. 
La "sana desatención". Los padres han de estar alerta, observando lo que les sucede, pero sin intervenir a la primera de cambio. Hay que dejar espacio para que los hijos eduquen su valentía, su tolerancia a la frustración y su autonomía. 

6. Valorar el empeño. 
No hay que olvidarse de que entrenen su capacidad de esfuerzo. Hoy a los niños se les adula más por su belleza física que por su trabajo, otro error. 

La hiperpaternidad se caracteriza por sobreproteger a los hijos, justificarlos pase lo que pase e incluso resolver sus problemas.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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