Y muchos de los hombres (no todos, por fortuna) son capaces de darle la espalda a lo que sea con tal de aprovechar la oportunidad servida en bandeja de un polvo.
En casos como estos, pocas cosas logran desplazar una encamada; el fútbol, excepcionalmente, puede ser una de ellas, pero en general es el catre y punto.
De las mujeres, en cambio, se dice que son menos entusiastas frente al tema, y que pueden, sin traumatismos, dejar pasar la oferta de irse a la cama... Claro, si eso coincide con situaciones o eventos que sean igualmente interesantes. Y eso no quiere decir que sean apáticas o que esten perdiendo el interés por el sexo. Las encamadas no las dominan y punto. Y es por eso por lo que, a diferencia de los hombres, no todas ceden tan fácil a cualquier oferta.
Hace poco, la revista femenina Glamour publicó los resultados de una encuesta según la cual ocho de cada diez mujeres consultadas dijeron que preferían dedicarse tiempo para cuidarse y arreglarse en vez de gastarlo en sexo.
Algo parecido halló el Instituto Ipsos, de Nueva York; la mayoría de las 2.000 encuestadas aseguró que disfruta más poder dormir un día a sus anchas que acostarse con ellos.
Y se pone peor, señores: en una muestra de mujeres analizada por el Centro de Investigaciones Oncológicas del Reino Unido, la casi totalidad de ellas dijeron que lo que más les costaría abandonar, durante un mes, era el chocolate.
Me adelantaría a decir que las mujeres sí pueden, si quieren, poner las encamadas en el lugar que les corresponde. Y no quiere decir que no les haga falta, lo que ocurre es que no las usan para validarse.
Eso explica por qué la empresa AVG Technologies demostró que las mujeres prefieren privarse de la intimidad por una semana antes que estar sin teléfono celular ni redes sociales.
Espero que les haya quedado claro, señores, que en esta materia funcionan distinto, y que en un altísimo grado se van a la cama, no por aprovechar la ocasión, sino porque la pareja en cuestión en realidad les atrae, les gusta.
Ah: y aunque lo duden, en muchos casos en verdad lo hacen si, y solo si, hay sincero afecto de por medio. Bajo las sábanas, entiéndanlo de una vez, se meten en el momento que es y con la persona que es.