El amor sí admite sobredosis

El amor sí admite sobredosis
Como si se tratara de un juego de estrategia, hemos llevado a las relaciones sentimentales al círculo vicioso del “tire y afloje”, sin darnos cuenta de que, al final, el desgaste y el drama serán mayores.

Y es que, ¿por qué uno se tiene que reprimir lo sentimientos, para que al otro no “se le suba el ego”? En serio, no tiene sentido estar en una relación para ‘comerse’ lo que uno siente, para estar cohibido de demostrar lo importante que es esa persona para uno, tanto en palabras como en hechos.

Entonces, ¿a qué estamos jugando? No, definitivamente no voy con eso de que estar con una persona es un “tire y afloje”; es decir, un día le entrego lo mejor de mí, pero al otro soy una completa indiferente. Hoy le digo que estoy 'llevadísima', pero mañana… si te vi, ni me acuerdo.

Involucrarse sentimentalmente con alguien es un riesgo, pero si no se está dispuesto a tomarlo no vale la pena continuar.

Eso del “tire y afloje” lo único que logra es, tarde o temprano, debilitar la relación. Porque no creo que nadie soporte por mucho tiempo el hecho de andar con alguien que no es claro en lo que siente y que, además, dice una cosa pero sus acciones reflejan otra completamente distinta.

Me rehúso a caer en ese abismo. No estoy hecha para cohibirme de lo que siento y pienso. Así que si al tipo se le sube el ego porque yo le diga sinceramente que me hace feliz, es porque es un 'bobazo'. Así de simple.

Que si, como dicen por ahí, “me la va a montar” por ser una buena mujer, allá él. A la final, el que pierde es él, no yo. Que si no supo valorar lo que hice, pues lástima; habrá otro que sí lo haga. El amor no siempre es sinónimo de triunfo.

Es triste que las relaciones, más que experiencias que enriquecen, se han convertido en un campo de batalla en donde gana el que menos demuestre interés por el otro, el que quiera menos, el que haga menos. Yo no entiendo para que quieren encontrar el amor de su vida, si no están dispuestos a dejar esas reglas atrás -que no sé qué personaje macabro inventó-.

Y aunque sé que hay ocasiones en las que es mejor consejera la razón, existen otras en las que el corazón gana la partida. Eso sí, conociendo hasta dónde se es capaz de llegar, sin dejar de lado el bienestar individual.

Pero si se gana o se pierde, siempre quedará la satisfación de haber dado lo mejor de sí, aunque la retribución no haya sido la esperada; que vivir con una prohibición de volver a sentir, así sea suicidamente.
Julio Cesar Moreno Duque

soy lector, escritor, analista, evaluador y mucho mas. todo con el fin de aprender, conocer para poder aplicar a mi vida personal, familiar y ayudarle a las personas que de una u otra forma se acercan a mi.

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